En 1969, el hombre llegó a la luna; mientras esto ocurría, la BBC hacía una transmisión en la que la canción de fondo era “Space Oditty” de David Bowie. ¿Acaso hay algo más futurista para la época?
Tal vez, sí. Cuatro años antes, André Courrèges había celebrado a la Luna con una colección femenina en blanco y plata que conmemoraba una era en la que el espacio era la principal atracción; y cómo no lo sería si parecía inalcanzable y, de pronto, el hombre ya estaba plantado en la Luna, mientras el mundo se imaginaba una decena de cosas que el futuro espacial traería consigo.
Por ejemplo, en 2001: Space Odyssey, las prendas de las azafatas eran una influencia clara de Courrèges y la ropa de Bowie tenía un ligero (o muy claro) aire del futurismo de las prendas del diseñador, mismo que pensaba en formas y estilos poco convencionales, pero acertados. Todos ellos repletos de un futuro incierto que se vislumbraba brillante. Así se mantuvo en la mente del creador hasta el día de su muerte en 2016, año que se vio superado por la genialidad de este hombre del que poco se sabe, pero mucho nos debería importar.
Piloto de la Segunda Guerra Mundial
Esto le abrió la visión al cielo. Puede que suene un poco exagerado, pero en realidad, cada que volaba sentía como su imaginación también lo hacía. Imaginaba historias, escenarios y personajes que después plasmaría en sus diseños.
Balenciaga
Con 25 años y luego de quedar traumatizado con la guerra, decidió salirse del molde y entró a trabajar como modisto con Balenciaga. El trabajo de la marca y del diseñador le impresionó tanto que fundó su propia firma junto a Coqueline, su asistente y esposa.
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Revolución y materiales
Cuando por fin tuvo su propia etiqueta, no sabía por dónde empezar; era demasiado para él. Así que decidió poner manos a la obra y sacó de su mente las ideas más increíbles, las más extrañas y las más locas; mismas que tenían su base física en materiales como el PVC –mismo que aplicó en prendas de su colección prêt-à-porter–.
Minifalda como acto de rebeldía
La autoría de dicha prenda siempre ha sido una controversia entre él y Mary Quant, pero al final eso no importa si la minifalda rompió esquemas y terminó con algunas ideas ridículas que prevalecieron. Siempre hizo de sus prendas una extensión del cuerpo, por lo que intentaba crear ropa libre y que le permitiera a las mujeres moverse con facilidad.
Futurismo
Luego de haber revolucionado la industria, decidió que era necesario hacer algo aún más especial y encontró en los diseños espaciales esa idea increíble. Pero más allá de plasmar el cielo o el cosmos, decidió poner en sus ideas un poco de futuro que involucraba escotes, simetrías y colores brillantes. Como su colección Moon Girl.
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Pop
Lejos de mostrarse como una oda a Andy Warhol, Courrèges logró hacer diseños que invitaban a las mujeres a liberarse de la opresión y de lo establecido, usando figuras que en ese momento eran líderes de la industria como Catherine Deneuve, Jane Birkin, Twiggy y Françoise Hardy.
Los japoneses compraron la firma
Desafortunadamente, en 1984 la firma fue vendida a inversores japoneses que se llevaron los diseños y las mejores de sus colecciones, desapareciendo a la firma por completo en 2002. Esto no sólo terminó con la carrera del diseñador; sino con los sueños de su esposa, cofundadora de la marca.
Jacques Bungert y Frédéric Torloting
Ellos fueron los salvadores de la etiqueta. Contrataron a Sébastian Meyer y Arnaud Vaillant para rescatar algunas cosas y que Courrèges se pusiera nuevamente en tendencia, porque a pesar de haber quedado en el olvido, sentó las bases de la moda actual: se adelantó a su tiempo y le dio a la industria diseños e ideas para un nuevo mundo.
Mal del parkinson: la letal arma que se lo llevó
En 2016, viviendo en París con su amada Coqueline, murió. Dejando un legado imprescindible, así como una pasarela abierta a todos lo nuevos talentos que quisieran llegar a la Moda, Courrèges abandonaba este planeta.
De este modo, entre un olvido injusto, una vida de leyenda y una esposa triste. André Courrèges se fue del mundo futurista que creó, pero gracias a él podemos decir que dio un preludio de la moda de hoy y también le dejó ver al mundo que las mujeres son mucho más que ropa clásica y apropiada: ellas valen por lo que son y las prendas son extensiones de esa actitud. Por lo tanto, qué más da lo que uses y qué más da que esté en tendencia, hay que ir un paso más allá. Hoy su línea está más activa que nunca gracias al revival de la marca a cargo de Yolanda Zobel quien recurrió al clásico blanco y plateado, así como a tonos más intensos y llamativos que hicieron de la nueva colección un tributo al fallecido modisto.
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