Texto escrito por: Ale y Cecy Young
Aunque no lo creas es muy posible que en el verano la piel se reseque más que en el invierno. Primero, porque suele deshidratarse al exponerse a los rayos UVA y UVB. A eso agrégale el hecho de que, cuando hace calor, tendemos a sudar más de lo normal y sentimos la necesidad de limpiar nuestra piel más seguido, sacrificando su barrera protectora e hidratación. También solemos tocar nuestra frente y cuello con las manos sucias para retirar el exceso de sudor, lo que resulta en poros congestionados o acné.
Entonces ¿qué podemos hacer para mantener la piel fresca y sana?¿Cómo proteger la piel del sol?
La limpieza es básica
A pesar de que a muchas nos tortura una piel más grasa o brillosa en días calurosos, la limpieza a base de aceite sigue siendo clave.
El aceite disuelve al aceite, por lo que el uso de este tipo de productos ayuda a “cortar” la grasa, mantener un nivel de humectación adecuado y retirar tanto el maquillaje como la suciedad de nuestros poros.
Siempre es muy importante seguir con un limpiador a base de agua para eliminar cualquier rastro del primero. Para esto, te recomendamos cambiar a uno suave con ingredientes hidratantes y calmantes, pues la piel se encuentra más irritada por el calor y la exposición al sol.
Hidrata tu piel
Mantener la piel hidratada en el verano sin que se te pase la mano puede ser un reto.
Una buena hidratación hará toda la diferencia en los días calurosos: si la deshidratas con productos astringentes, la piel buscará compensar produciendo más sebo y haciendo que, sin querer, tu cara parezca una bola disco.
Te entendemos. A veces la sensación de estar “grasosas” y “brillosas” hace que lo último que queramos sea utilizar más hidratantes.
La mejor forma es utilizar productos con consistencias ligeras, especialmente si tu piel tiende a ser mixta o grasa, pues, cuando aplicas un producto pesado y se combina con el sudor, es muy fácil que se tapen los poros y haya brotes de acné.
Si no eres fanático de utilizar cremas en el verano, puedes utilizar lociones o emulsiones. Éstas son hidratantes de consistencias menos densas y se absorben rapidísimo. ¡Lo importante es no dejar de hidratar!
Utiliza un mist
Vale la pena explorar los mists o brumas, pues son muy prácticos y podrían ser tus aliados durante el verano.
En la belleza coreana, un mist es un must, ya que, además de refrescar, ofrece beneficios muy atractivos. Es básicamente una esencia, tónico o suero empaquetado en un rociador.
Las brumas refrescan e hidratan la piel de manera instantánea y, en días muy calientes, te ayudan a bajar su temperatura. Así mismo, sirven para atender problemas específicos según sus ingredientes activos. El árbol de té ayuda a prevenir el acné, el agua de rosas es calmante y el agua de hamamelis reduce brotes.
Los mists también se pueden aplicar sobre el maquillaje para que dure más y se vea mucho más natural. Si eres fan del efecto dewy, necesitas uno ¡ya!
Usa protector solar siempre
Este es un paso básico para todos lo días. Sin embargo, es especialmente importante durante el verano, cuando la exposición al sol es mayor. Te recomendamos aplicar una buena cantidad de protector solar como el último paso de tu rutina, antes de la base de maquillaje.
Estos y muchos más consejos los encuentras en el libro Rutinas de belleza coreana, de Ale y Cecy Young. Ellas son hermanas y después de enamorarse de la k-beauty y su enfoque en la salud de la piel crearon Momiji, la tienda de belleza asiática en línea donde, guiada por este libro, encuentras todo lo que necesitas para hacerte una experta en la filosofía de belleza coreana.
Que no te intimiden los múltiples pasos de las rutinas porque Ale y Cecy explican todo super fácil y sobre todo teniendo en cuenta que no a todas les funciona la misma rutina de belleza e incluso los mismos productos.
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