Por: Checo Hernández “El Barbón”
Toda moneda tiene dos caras, toda historia tiene varias versiones y por eso, aquí les va la parte dos del 40 y 20, solo que a la inversa.
VER: La teoría de atracción entre veinteañeras y chavorrucos, según un divorciado de 40 años
Les decían COUGARS, porque al mas puro estilo felino cazaban a su presa con fortaleza e inteligencia, seduciéndola con su bella estampa y unos ojos matadores. Hace algunos años era impensable verlas fuera de la madriguera, cazando como lo hacen ahora, porque su labor era el cuidado de los hijos, el hogar y la resignación a no experimentar el mundo de placer, su peor condena.
Pero el divorcio, la liberación femenina y la apertura de espacios les han dado un nuevo significado, dejaron de decirles COUGARS en forma despectiva y ahora las llaman CHAVORRUCAS EMPODERADAS.
Es por eso que hoy las ves libres, poderosas y sin complejos, para pasearse de la mano con un chavo 20 años menor que ellas; porque se despojaron del qué dirán, se entregaron al qué diré y disfrutan del qué diremos. En resumen, reventaron uno de los grandes TABÚES de la prominente sociedad: hombre grande, es mejor.
Y desde este nuevo concepto, es donde su atractivo viene con la experiencia, porque ya conocieron, pero están dispuestas a experimentar; porque ya fracasaron, pero tienen la energía suficiente para intentarlo de nuevo; porque ya criaron y si es necesario y a su manera, lo harán para asegurar su felicidad.
VER: La clave para asegurar el éxito en la vida, según un chavorruco
¿Pero dónde esta el imán mas poderoso que atrae a estos jóvenes inexpertos, ansiosos y llenos de energía? La respuesta tiene dos palabras: INTELIGENCIA EMOCIONAL. Se define como el arte de no hacer tormentas en un vaso de agua, escogiendo bien las batallas y teniendo claro que en un relación así, no existe el mañana, solo el hoy.
Porque no nos hagamos gueyes, no es igual un chavorruco y una veinteañera, que una cuarentona y un chamaco. Esta afirmación no tiene nada que ver con la guerra de los sexos, machismo o feminismo, parte de un principio fundamental: hombres y mujeres estamos diseñados de formas diferentes (desde el molde), o sea que no es lo mismo, aunque se ve igual. Ninguna está bien o mal, mejor o peor.
¿Y dónde radica la diferencia? Acá te cuento algunos factores que soportan esta teoría:
1.- El físico
Aún cuando en algunos casos la diferencia física puede no ser un factor, las chavorrucas han convertido este “problema” en su mayor fortaleza. Porque la belleza se acentúa con el edad, el cuerpo se reconoce con el tiempo y la seguridad les da ese toque sensual, que las hace únicas. Acá hombres y mujeres estamos igual.
VER: Cómo conseguir la vida perfecta según un chavorruco
2.- Los hijos
Si eres una feliz chavorruca, divorciada y con hijos, tienes todavía una responsabilidad con ellos. Aún compartiendo la responsabilidad con tu ex esposo, el veinteañero se tendrá que sumar a este tren de la crianza, con una pequeña consideración, no ha sido papá y la única referencia es de aquel que seguro lo mantenía hasta hace poco (o sea su papá).
Si hablamos de las expectativas de incrementar la familia, mientras él está en la cima de su reproducción, la mujer esta en la bajada. OJO no es crítica, es una realidad.
3.- La energía sexual
Acá es donde las chavorrucas ganan, porque siempre será mas fácil (que no es mejor) modular que incrementar. Tienes frente a ti a un león lleno de energía, entusiasmo y en búsqueda de nuevas experiencias. Seguro no te enseñará, pero si te transmitirá esa potencia que renueva y rejuvenece a cualquiera. A su edad no existe freno en lugares, posiciones, situaciones y sensaciones. La ventaja de no conocer, se transforma en la posibilidades de descubrir y disfrutar.
4.- El qué dirán
Sus mundos son tan distantes que se ve complicado que se conecten, lo cual da pie a la creación de un nuevo espacio, donde cada uno aporta lo que le toca. A las chavorrucas no les importa lo que digan las niñas de 20 (puede ser que tengan un hija de esa edad) y a los veinteañeros les vale un pepino lo que diga un guey que puede tomar café con su papá.
5.- La diversión
¿Qué es lo que le preocupa a un veintenañero? Divertirse, tener una buena chamba, salir a la peda el fin de semana y viajar. Contagiarte de esa sencillez, te dará un perspectiva mas simple y sencilla de la vida. No se trata de que te instales en el valemadrismo, es de relajarte y disfrutar el viaje.
Volver a salir de antro, visitar bares, experimentar deportes, conocer lugares únicos, son solo algunos de los atractivos que un bato como estos te puede traer.
VER: 6 mitos de la mixología para que dejes de tomar solo cuba según un chavorruco
6.- El compromiso
Esta decisión la tiene al 100 la chavorruca, porque aún cuando en el papel tiene más que perder, llevar una relación de estas solo para divertirse, es válido. Por otro lado formalizar y hacer al veinteañero parte de tu vida, es una apuesta que puede o no funcionar, de la misma forma que lo harías con un cuarentón.
No existe una fórmula perfecta, porque cada historia es diferente; no existe un manual que te asegure el éxito en ninguna relación, solo existe un elemento que hace que las relaciones entre lo seres humanos funcionen y se llama VOLUNTAD.
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