Prefiero irme ahora que tengo tan fresco tu recuerdo, que tengo tan reciente la sensación que sentía cuando tu cuerpo estaba cerca del mío; irme ahora que tus besos están tan vivos y tus miradas tan penetrantes, tus manos tan memorizadas por mi piel y tus palabras resonantes en mis oídos. Me voy ahora que estamos tan cerca de convertirnos en completos extraños y que las promesas se te han olvidado, ahora que empiezas a enfriarte y a alejarte; mejor me voy ahora que empiezas a distanciarte porque si me voy después, si me espero a que te desvanezcas aun estando cerca de mí, no te reconoceré más y eso me romperá en mil pedazos.
Me voy ahora que prefiero lidiar con los recuerdos buenos que con los malos, prefiero lidiar con tu mirada llena de amor que con la de frialdad; prefiero lidiar con tus abrazos cálidos que con tu indiferencia, prefiero lidiar con tu amor que con tu desamor. Prefiero irme ahora que todavía te reconozco a cuando ya no pueda hacerlo.
Todo cambiaba a nuestro al rededor, pero nuestro amor no tenía por qué hacerlo; cambiaste con el tiempo y con él tus ganas de seguir conmigo, pensé que todo mejoraría pero fue lo contrario, empezó a empeorar y no estoy lista para ver cómo termina, por eso prefiero irme ahora que todavía no nos convertimos en desconocidos.
Y es que lo contrario del amor no es el desamor, sino la indiferencia. Y yo ya no la tolero, no tolero ver cómo te alejas de mí un poco cada vez más, entonces me voy ahora antes de que termines yéndote por completo pero que sigamos en la misma cama. Ya no están nuestros sueños de antes, ni las ganas, ni el amor; prefiero irme amándote que odiándote. Quiero conservarte bonito y eterno, no como invierno y como el nuevo tú que ahora eres.
Ha llegado el momento de partir antes de que todo termine por derrumbarse y lo único con lo que me encuentre sean cenizas, me voy ahora que apenas está desmoronándose, que apenas están tirándose las primeras piezas, no soportaría continuar en medio de los escombros, mi corazón no es tan fuerte para ver que su casa se ha caído a pedazos, esa casa que eras tú.
Me duele pero es lo mejor para los tres: para ti, para mí y para mi corazón. No podría seguir viendo cómo te esfuerzas para estar conmigo mientras tus fuerzas ya son pocas. Por eso mejor me voy ahora que prefiero recordarte a no reconocerte.
VER MÁS:
No te di ni la mitad de lo que tenía para ti y terminaste yéndote.
Fuimos una historia breve pero no hay día que no deje de pensar en ti.
Me dejaste de amar: por qué no te dejaba ir después de tantos años.