Basta sentarte unos minutos y ponerte audífonos, escuchar esa canción que tanto te gusta de tu banda favorita y que los sentimientos sean los mismo que tuviste cuando la escuchaste la primera vez. O ir a algún concierto y cantar al mismo tiempo que cientos de personas, todos con la misma conexión y sintonía junto con el vocalista de ensueños, con la piel erizada y el corazón a punto de explotar. Y es que la música está en todos lados, donde menos lo pienses, donde menos te des cuenta ahí está; te acompaña en cualquier situación que se te presenta, en momentos tristes, felices, de logros y de fracasos. Siempre acompaña un recuerdo, un lugar, una persona, alguna época. La magia de la música provoca una sensación inexplicable, de hecho puede causarte escalofríos que, además de ser al amor que le tienes, es una señal de que tu cerebro es diferente al resto.
De acuerdo con una investigación publicada por la Social Cognitive and Afective Neuroscience, los cuerpos de aquellos que tienen escalofríos provocados por la música, tienen un cerebro diferente al resto, pues según Matthew Sachs, coautor del estudio, en estas personas hay más fibras que conectan la corteza auditiva con el área asociada al procesamiento emocional, provocado que ambas partes tengan una mejor comunicación.
Para llegar a esta conclusión, los expertos realizaron un estudio en el que evaluaron las emociones de varias personas; encontraron que 10 de los participantes sentían un hormigueo constante en su cuerpo con la música, mientras que otros 10 no sentían lo mismo.
De este modo, los investigadores llegaron a la conclusión de que las personas que responden a estímulos musicales tienen una conectividad de materia blanca más fuertes entre las regiones del cerebro, es decir, la encargada de transmitir información de las diferentes partes del cuerpo hacia la corteza cerebral. Asimismo, en el estudio descubrieron que suelen ser personas con mejor habilidad para experimentar emociones intensas.
La música tiene el poder de producir dopamina (así como el sexo, la comida, etcétera) y que alcances niveles muy altos incluso antes de que escuches tu parte favorita de alguna canción, entonces es ahí cuando los escalofríos aparecen y te sientes con las emociones tan palpables. Mientras más dopamina liberes, mayor será el frío que recorra tu cuerpo, entonces más felicidad tendrás y sentimientos encontrados.
“Los músicos quieren ser la voz alta para muchos corazones silenciosos”
-Billy Joel
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