Anis Sheth, gastroenterólogo de Princeton dice que el estreñimiento son los movimientos intestinales infrecuentes y que incluyen a tres cuestiones: la actividad “normal’’ que puede variar entre tres veces en un día, hasta una vez cada tres días; si las heces son secas o duras o son difíciles de expulsar.
Cuando ingieres la comida entra al estómago ya triturado en partículas, éstas van directo al intestino delgado donde las enzimas descomponen las grasas, y las proteínas y otros nutrientes son absorbidas. Después una mezcla líquida de fibra, bacterias, grasas no digeridas y moco de tu tracto digestivo se dirigen al intestino grueso, que extrae el agua y produce heces más sólidas. Las heces se van al recto, parte final del intestino grueso donde se compactan, y una vez que el recto está listo para desechar manda una señal al cerebro y en el momento de estar en el baño los músculos abdominales y rectales se tensan mientras que los músculos del esfínter se relajan.
Todo el proceso puede ser afectado debido a que los músculos dentro de los intestinos tengan complicaciones para mover los deshechos de forma normal. Cuando las heces descansan, más agua absorbe el intestino grueso y se acumulan más heces secas, que son más difíciles de expulsar. Otra razón para sufrir estreñimiento es que podría haber un problema con los músculos rectales o del esfínter.
Para evitar el estreñimiento, consume bastante fibra como frutas, verduras, legumbres y nueces; bebe mucha agua, ya que los líquidos que llegan a tu cuerpo ayudan a suavizar las heces y deshacerte de ellas con mayor facilidad. Haz ejercicio de vez en cuando para mantener activo el movimiento intestinal, y por último, no evites el proceso pues provocas retraso en los movimientos del intestino hasta volverlo inactivo.
Estrés
El editor médico de Health y gastroenterólogo en NYU-Langone Medical Center, Roshini Rajapaksa, dice que los neurotransmisores que el cerebro libera cuando estás estresado también interactúan con los receptores en la pared del colon. También la constante ansiedad provoca que los músculos del colon se vuelvan más lentos, evitando el proceso normal del deshecho de heces.
Estás de viaje
Si tu dieta no es saludable, no bebes suficiente agua y además viajas en avión o en auto y no te puedes mover, lo más seguro es que atrases tu proceso intestinal. Los hábitos intestinales también pueden ser afectados por el cambio de zonas horarias o simplemente porque te sientes incómodo de ir a un entorno diferente al tuyo.
Cambiaste medicamentos a unos nuevos
Si notas que tu estreñimiento surgió a partir del cambio de tus medicamentos, consulta a tu médico para comentarle la situación. Si estos son los culpables, comenta a tu doctor que te mande una dieta saludable o que te cambie medicinas que funcionen mejor para ti.
Eres hormonal
Cualquier intervención en los niveles hormonales como la menstruación, el embarazo o la menopausia pueden tener un gran efecto en tu intestino. Las mujeres muestran menos movimiento intestinal en el transcurso de su periodo, después de finalizar y tener un movimiento más relajado, el proceso intestinal vuelve a su curso.
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