En cualquier sentido —químico, biológico, mágico, místico— un orgasmo es una la ola de sensaciones electrizantes que recorren cada terminación nerviosa del cuerpo. Es un estallido de placer de apenas 30 segundos que únicamente las mujeres pueden experimentar. Durante este brevísimo y luminoso periodo de tiempo, existe una pérdida de consciencia, de la noción del tiempo y de la propia identidad, incluso el corazón se detiene en deleite de esta maravillosa experiencia mientras el cuerpo, con todos sus sentidos, se encuentra extasiado. Esta es la razón por la que los franceses decidieron llamar al orgasmo la petite mort.
No hay mujer que se resista ante semejante placer, sin embargo, las reacciones químicas que produce en el cerebro, como la liberación de dopamina, en ciertos casos y por muchas causas, puede convertirse en una adicción incontrolable.
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Origen
El término “ninfómana” se asocia únicamente al impulso sexual excesivo femenino, por lo cual, diversas fuentes han optado por el concepto “hipersexualidad”, ya que “ninfómana” tiene una connotación negativa al centrarse en el deseo sexual de las mujeres, puesto que empezó a usarse en la Edad Media, época en la que, al parecer, se buscaba cualquier término para satanizar a la mujer y se le acusaba de ser incapaz de controlar su sexualidad. Actualmente se usa sólo como sinónimo de “adicción al sexo”.
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Raíces de la ninfomanía
Debido a la naturaleza volátil de este comportamiento, los expertos no se deciden si definirlo como una alteración conductual, un trastorno mental, una adicción o incluso un síntoma de otros padecimientos neuronales. El debate se origina por diversas razones, ya que la ninfomanía puede originarse por factores ambientales, es decir, como respuesta a situaciones mentales y emocionales estresantes en las que la mente busque un modo de evasión; condiciones mentales como consecuencia de un padecimiento neuronal; como síntoma de una enfermedad mental —es el caso del mal de Parkinson—, hasta una falla en los lóbulos cerebrales encargados de regular el apetito sexual; un desbalance en la química cerebral de sustancias como la dopamina, o simplemente venir de la nada, sin razón aparente.
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Señales de una posible ninfomanía
Los médicos indican como síntomas de la adicción al sexo el consumo de pornografía, masturbación y actividad sexual, todo de manera excesiva. Son incapaces de abandonar o reducir tales hábitos junto con un sentimiento de culpa que altera —aun más— el estado mental, lo que provoca que se siga buscando un sensación de bienestar y recompensa en la satisfacción sexual.
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Comportamiento de una ninfómana
Dentro de las alteraciones conductuales que sufre una mujer adicta al sexo se encuentra la necesidad incontrolable de satisfacción sexual. Una ninfómana usa todo su tiempo y esfuerzo buscando placer sexual; la compulsión que siente es tan fuerte que puede llevarla incluso a involucrase con desconocidos o a participar en encuentros sexuales grupales arriesgando su salud y seguridad con el único fin de encontrar placer. Sin embargo, al final de encuentros o experiencias como éstas, no obtienen lo que anhelaban y la frustración las lleva a un estado de ansiedad y depresión. Pierden totalmente el control de su vida.
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Consecuencias de la ninfomanía
Como resultado fatal de este padecimiento, una mujer con ninfomanía pierde la capacidad de formar vínculos profundos y sentimentales con su pareja. Es decir, en caso de tenerla, la ninfomanía las obliga a la infidelidad y a desarrollar parafilias —en el afán de buscar cada vez mayor placer debido a la tolerancia que desarrolla el cerebro hacia la dopamina— que no siempre son bien aceptadas por todos los estigmas sociales que las rodean.
En caso de no tener pareja, no logran establecer un lazo sentimental con nadie. Su vida, que han descuidado por enfocarse completamente en el sexo, empieza a derrumbarse. En cuanto a su salud, con todos los riesgos que toman por no pensar claramente debido a su adicción, puede verse gravemente perjudicada, sobre todo por las ETS. Incluso podrían enfrentar problemas legales, pues la compulsión sexual es incontrolable y le impide actuar de forma sensata.
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Tratamiento de la ninfomanía
Puesto que, como se ha dicho, los orígenes de la ninfomanía son muy inciertos, lo que recomiendan los expertos es, principalmente, psicoterapia, ya sea del tipo psicodinámica o cognitivo – conductal; algunos también recomiendan terapia familiar, de pareja y asistir a grupos de apoyo. En casos más extremos se recurre a la medicación, que es del tipo que suele recetarse a pacientes con problemas de TOC (Trastorno de Obsesión Compulsiva), ansiedad o depresión, incluso antipsicóticos. Lo más importante es que quien lo sufre no se sienta sola.
La petite mort tiene entre sus secretos la creencia mística de que, en efecto, una parte nosotras muere durante el éxtasis. Al intentar reproducir esta sensación de placer tantas veces como sea posible, y ya no en el sentido místico, sino en la vida real, puede perderse incluso más. Esto sin mencionar los mitos que la gente sigue creyendo sobre este padecimiento, que nada tiene que ver por un gusto por la infidelidad con con una vida de promiscuidad y que estigmatizan a una mujer que sufre de ninfomanía.
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