Quédate soltera hasta que encuentres a alguien que te ame. Quédate soltera hasta que encuentres a alguien que agarre tus mejillas para besarte, que al entrelazar sus manos con las tuyas sienta que eres la pieza que le hacía falta y que acomode tu cabello cuando el viento hace lo contrario.
Quédate soltera hasta que encuentres a alguien que sea lo suficientemente maduro para manejar las responsabilidades que conlleva amarte y, no sólo eso, sino que ame hacerlo; alguien que te ame de pies a cabeza, no a medias, no por ratos, no fugaz: alguien que te ame todo el día de todos los días.
Quédate soltera hasta que encuentres a alguien que te trate tres veces mejor de lo que sueñas, que te quiera feliz, que te haga reír y se esfuerce por mantener el brillo en tus ojos; a alguien que te bese por las noches y te haga desayuno sorpresa por las mañanas.
A alguien que converse contigo y también te escuche cuando hablas, que te integre a su vida y no quiera sacarte de ella; quédate con alguien que te ame por dentro de la misma manera que lo hace por fuera.
Quédate soltera hasta que encuentres a alguien que no sólo te bese los labios, también el alma; que disfrute verte dormir tanto como lo hace mientras estás desnuda, alguien que conozca cada centímetro de tu cuerpo, pero también de tus secretos. Que no pueda estar sin ver tus ojos ni un sólo día.
Debes quedarte soltera hasta que encuentres a alguien que haga tanto por ti como tú por esa persona, con quien tengas algo que sea mutuo, fuerte, intenso, poderoso, invencible, cálido y tierno. Algo que te haga feliz, enamorada, segura y completamente en paz; que no te angustie, no te lastime y mucho menos te rompa.
Si no tienes a nadie así ahora, mejor quédate soltera, porque no mereces que nadie te lastime; no mereces a nadie que se lleve quien eres y te deje vacía, sin fuerzas y con el corazón destrozado.
Mereces a alguien que te ame hasta explotar, que te persiga y que se esfuerce por tenerte, y si no lo hace, mejor quédate soltera.