La ansiedad y estrés se hacen presentes en nuestro día a día ya sea por presiones en la escuela, exámenes, problemas en el trabajo o una cita importante; pero además de causarnos malos ratos, estos foquitos de ansiedad son un factor que puede afectar tu sueño.
“La pesadilla es un sueño cargado de ansiedad”, afirma Diego García Borreguero, director del Instituto de Investigaciones del Sueño. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) los casos de ansiedad y depresión en las personas van en aumento y se dispararon un 50% entre 1990 y 2013, en Estados Unidos este trastorno afecta a 6.8 millones de adultos lo que ha provocado que la venta de libros que hablan sobre la ansiedad aumentara en un 25% año con año.
Algunos ejemplos de sueños donde la ansiedad se hace presente son: la propia muerte, persecución y pérdida de control. Isabelle Arnulf, neurocientífica y presidenta de la Sociedad Francesa para la Investigación del Sueño y la Medicina del Sueño afirmó que es normal tener ‘sueños ansiosos’ y no hay necesidad de preocuparse o considerarlos anormales.
La ansiedad por sí sola no es la culpable de las pesadillas, es el conjunto de ansiedad con una situación de estrés lo que te genera este tipo de sueños causando una reacción igual de negativa ante los mismos.
El significado de las pesadillas que tenemos por ansiedad radica en una acción cerebral, lo que sucede es que durante la noche, tu cerebro ensaya situaciones aterradoras en forma de sueños para que así puedas estar mejor preparado en las situaciones que se te presenten en la vida real. Tal como lo afirma la “teoría de la simulación de amenaza social” los sueños causados por la ansiedad nos preparan para enfrentar el estrés social.
Por ejemplo, en la noche anterior a realizar un examen muy importante, las pesadillas más frecuentes generadas por ese estado de estrés podrían ser: reprobar el examen, contestar mal alguna pregunta, llegar tarde o incluso olvidar un dato específico que era verdaderamente necesario para terminar el test, estas situaciones te ponen en alerta para que al despertar hagas todo lo posible por evitarlas y corregirlas.
Ese es el caso que se presentó en un estudio realizado en 2014 con estudiantes que tomaron el examen de medicina de la Soborna que además de ser un examen sumamente competitivo, únicamente admite al 10% de los aplicantes. Los investigadores le pidieron a los estudiantes que llenaran una encuesta sobre cómo durmieron la noche anterior al examen y los resultados arrojaron que algunos habían experimentados sueños relacionados con el examen ya fuera que reprobaban por no saber un dato específico, contestar alguna respuesta incorrecta o llegar tarde al examen, sin embargo justo estos alumnos que tuvieron pesadillas fueron los que obtuvieron las calificaciones más altas debido a que al despertarse checaron los datos que en sus pesadillas no supieron responder, se levantaron aún más temprano para llegar puntuales al examen o estudiaron más sobre puntos que aún no tenían muy claros.
Entonces las pesadillas que aparecen esporádicamente son las que relacionamos como respuesta directa al estrés, ansiedad y preocupación, pero ojo aquí porque en el estudio Nighmares realizado por el médico especialista en Medicina del Sueño James F. Pagel Jr. se reveló que cuando son recurrentes pueden significar síntomas de problemas psiquiátricos así que si soñaste que alguien te persigue para acabar con tu vida, que caes al vació desde la punta más alta de un edificio, quieres gritar en una situación de riesgo pero simplemente no tienes voz tu inconsciente podría estar tratando de manifestar un malestar psiquiátrico.
En el campo psiquiátrico todas las enfermedades están asociadas a las pesadillas, tal es el caso de la depresión, esquizofrenia, trastornos obsesivo-compulsivos y enfermedades neurológicas. Por último también pueden estar relacionadas con la genética de cada persona, fatiga y falta de satisfacción con la vida.
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