Si tuviéramos que cuidarnos de todos los virus que están en el aire, tendríamos que encerrarnos para siempre en una especie de esfera para hámsters que filtrase incluso el aire que respiremos para que nada pudiera tocarnos. El mundo, visto desde cierta perspectiva, está hecho de infecciones y enfermedades, desde el tubo del autobús que todo el mundo utiliza para no caer al suelo mientras éste va a toda velocidad, hasta el abatelenguas que los doctores inocentemente introducen en nuestras bocas, en cualquier lado hay una bacteria esperando a establecer una base en nuestro cuerpo.
De hecho, dentro de los hospitales, donde la esterilización y la higiene deberían asegurar a sus pacientes menos infecciones que cualquier otro lugar, el número de enfermedades es mucho mayor. Es por ello que la gente insiste en fabricar y consumir tantos productos hipoalergénicos como sea posible, llegando hasta el punto de incluir entre sus “canastas básicas antivirales” a animales sin pelo como los gatos sphynx y los perros xoloitzcuintle.
No obstante, de todos los cuidados a los que una persona pueda someterse, es un hecho que incluso algo tan inocente y bueno como el amor podría llevarle al borde de la muerte.
El tema de las enfermedades de transmisión sexual no es para nada nuevo, de hecho, ahora sabemos que no todas ellas se transmiten sólo a través de sexo, algunas, como la mononucleosis, se transmiten cuando la boca entra en contacto con la saliva de un infectado.
Si lo adornamos un poco, podríamos decir que besar a alguien con mononucleosis es como entregar en un beso todas nuestras fuerzas, pues uno de los principales síntomas ─y quizás el menos agresivo─ es la fatiga, misma que te provoca querer dormir durante todo el día, es por ello que algunos médicos la conocen como “la enfermedad del beso”.
Aunque se trata de una infección leve y puede pasar meses sin presentar ningún síntoma agresivo, sus complicaciones van desde fiebre, garganta inflamada, ganglios linfáticos inflamados o erupciones en la garganta.
Quienes sospechen de estar infectados deben acudir a un laboratorio para realizarse un examen de sangre, aunque seguramente las sospechas aparecerán después de pasar meses enteros con un sueño insaciable.
La cura exacta para esta enfermedad aún no existe, sin embargo, hay tratamientos que se encargan de regular sus síntomas, además de diagnosticar posibles cánceres provocados por éste.
De acuerdo con estudios realizados en la Universidad de Montreal, el virus que provoca la mononucleosis ─virus de Epstein- Barr─ es un tipo de herpes que ataca directamente al sistema inmunológico provocando otras enfermedades como linfoma de Hodgkin y el linfoma de Burkitt.
Aunque parezca una medida exagerada, cuidarse de un beso no suena tan descabellado, sobre todo en estos días en que le hemos encontrado el lado infeccioso a todo lo que tocamos. Hay que estar pendientes de este tipo de infecciones, pues a pesar de venir de una expresión amorosa pueden ser aun más dañinas que aquéllas que recogemos cuando tocamos el frío metal de los tubos en el metro o el lavabo de un baño público.
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