Los cólicos menstruales son un síntoma bastante común en la mayoría de las mujeres cuando se encuentran en sus días rojos, tan común que ya es tomado como una costumbre o algo normal durante el periodo, sin embargo, no muchas veces este dolor es inocente o provocado por la regla, pues también puede ser señal de algo mucho más peligroso y no lo sabías: rompimiento de un quiste ovárico.
El quiste ovárico se trata de una afección como si fuera una bolsita llena de líquido y se encuentra en tu ovario o en su superficie. Aunque suena aterrador, estos quistes son silenciosos pues en la mayoría de los casos no presentan molestias y muchas veces desaparecen solos, pero, ¡ojo!, no siempre y de ser así, presentan un gran dolor como los cólico durante la menstruación.
¿Cómo saber que tienes rompimiento de quiste ovárico?
Si tienes quiste y éste es muy grande, hay probabilidades de que se rompa y presentes malestares como:
– Dolor pélvico: un dolor intenso en la parte baja de tu abdomen, lugar donde habita el quiste.
– Sensación de saciedad o pesadez.
– Inflamación
Existen tres recursos que pueden ayudarte como tratamiento para combatir este problema, de acuerdo con The Johns Hopkins University:
– Observar los síntomas y darles seguimiento con un especialista.
– Acudir a los analgésicos.
– Cirugía.
Cuando tu padecimiento es pequeño, los analgésicos lo pueden resolver y sólo necesitarás de compensar los líquidos y sangre que has perdido durante la hemorragia interna. Pero, si el problema es más grande, sí hay probabilidades de que necesites cirugía que consiste en una incisión en tu abdomen para que el quiste sea extraído, y en el peor de los casos, todo el ovario.
Por lo regular, estos quistes se producen por el ciclo menstrual, sin embargo, existen otros que son mucho más peligrosos si no los detectas a tiempo y, por ende, no son tratados como corresponde.
1. Quiste folicular
Aparece cuando tu folículo no se rompe ni se librera el óvulo, sino que se mantiene creciendo y creciendo.
2. Quiste del cuerpo lúteo
Se trata cuando tu óvulo se libera y empiezas a producir estrógeno y progesterona, así, en algunos casos, el líquido se acumula.
Es importante que observes cualquier anomalía y te cuides, pues la actividad física como el ejercicio y el sexo, pueden provocar que se rompa algún quiste ovárico. Acude regularmente con tu médico de confianza, él será el único que podrá decirte si todo se encuentra en orden o no por medio de una ecografía.
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