En la antigua China “hermanaban” a dos mujeres en una ceremonia ancestral en donde las convertían en laotong, que significa “mi otro yo” o ” mi alma gemela”. Educadas desde pequeñas para sufrir, las niñas no tenían ningún valor, así que las mantenían en un sitio encerradas hasta que llegaba el momento del matrimonio. Cada una era vendida a un hombre al cual debían servirle como si fueran esclavas. No obstante, el lazo que tejían entre sí era tal, que luego de ser separadas, mantenían la comunicación de manera secreta con un lenguaje que ellas mismas inventaron: Nu Shu.
Este consistía en mensajes escritos o bordados en telas, abanicos u otros objetos en los que cada mujer le comunicaba a su laotong sus más profundos secretos y todo lo que le aquejaba en la vida de casada. Todas en absoluto, practicaban esta forma de comunicación, mientras que ningún hombre tenía conocimiento de ésta. En la actualidad, es un vestigio que tanto hombres como mujeres protegen, pues más que una leyenda, es una tradición.
No todos somos capaces de hablar un idioma ajeno al nuestro y mucho menos uno tan complejo como el Nu Shu. Sin embargo, existe un lenguaje universal que podemos usar fácilmente: las señas y el lenguaje corporal. Una sonrisa significa lo mismo en China, Tanzania o España, un gesto de coraje también. Así que no es necesario hablar inglés o cualquier otro idioma para lograr una comunicación efectiva. En ocasiones nos privamos del placer de viajar o mudarnos a otro país por el temor a no poder comunicarnos. No es necesario hablar japonés, alemán o portugués para visitar los países de estos idiomas. Quizá hablar inglés sería una buena ayuda, es el idioma universal por excelencia. No obstante, tampoco es esencial.
Entonces, ¿qué debes hacer? En primer lugar debes entender que la comunicación no verbal es también un medio para darte a entender y que usualmente es mucho más rico que la comunicación oral. Con un amplio catálogo de gestos, señas y movimientos, puedes transmitir más ideas de las que puedes decir con la lengua y labios. Sin embargo, no se trata de un juego de caras y gestos, sino de poder externar un concepto claro y conciso que el otro entienda fácilmente.
Al formular una pregunta o cuestionamiento debes tener en cuenta que tu lenguaje corporal debe ser muy claro con las señas que darás para que el otro pueda responder adecuadamente. Recuerda no sobreestimar el valor de los idiomas, muchas veces tu cuerpo dice más de lo que las palabras, pero no lo entendemos hasta que nos vemos forzados a comunicarnos de tal manera.
Como sugerencia, puedes aprender algunas palabras del idioma local. Además de que se te facilitará la comunicación, es una manera de hacer empatía con la gente del lugar, lo que hará que sea mucho más satisfactoria tu estancia.
Uno de los verdaderos problemas de la comunicación es formular una pregunta clara, pero lo que es mucho más difícil es lograr que la otra persona entienda claramente. Como dijimos con anterioridad, hay que ser claros, pero si algo ayuda mucho en este problema es simplificar el objetivo. No hacer más preguntas de las necesarias y tratar de ser directos en los conceptos, es la mejor forma para lograr entablar una conversación o algo muy similar.
Intentar decir una cosa tras otra solo traerá confusión. Para evitar todo esto, trata de usar palabras clave. Es decir, si preguntas por una calle, enfócate al nombre o incluso a la misma palabra “calle”. Lo demás puede salir sobrando y no afectar en la comunicación. En cambio si metes más palabras, terminará en un embrollo difícil de desenredar.
Ahora, hablar de países que cuentan con el mismo idioma que nosotros puede ser tan complicado como los lugares en los que no hablan ni un poco de inglés, ya que hay que neutralizar acentos, modismos y jergas específicas o de lo contrario puede haber una severa confusión. Pero no basta con hablar un español neutro, sino que hay que eliminar ciertos términos muy “de etiqueta”. No busques sinónimos específicos para referirte a un cosa simple. Recuerda que menos en más.
Como consejo final, podemos decirte que no te preocupes por no ser lo suficientemente claro, ríete cuando algo no salga bien y repítelo. Una sonrisa y amabilidad siempre serán la mejor llave y traducción de todas. Con señas no podrás entablar una conversación sobre el cambio climático y sus efectos en los osos polares o como es que en “La Creación de Adán”, Da Vinci pintó un cerebro. Pero te servirán para encontrar mejores rutas, más comida, tradiciones y por supuesto, conocer personas nuevas. Una buena actitud te abrirá muchas puertas.
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Si quieres aprender otros idiomas, deberías seguir estos conceptos de especialistas para convertirte en políglota y de paso, podrías aprender los 5 idiomas del amor según los mejores poetas del mundo para poder enamorar a aquella conquista especial.
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Referencias: dejarlotodoeirse.com
elblogdeidiomas.com
miviajeporelmundo.com