Motivados por dominar todo lo que acontece y existe en el universo, la historia del hombre está llena de intentos y decepciones, de objetos fantásticos que acarician lo inverosímil y utópico. Miles de inventos terminaron en el fracaso y otros pocos alcanzaron el éxito, cambiando de manera rotunda el devenir del mundo. Entre esta fina línea de lo posible y lo imposible, un hombre se propuso construir una máquina para hablar con los muertos.
Thomas Alva Edison es uno de los inventores más prolíficos de la historia. Se dice que construyó más de mil nuevos objetos que contribuyeron al desarrollo de su país y del mundo entero. Su fama global nació con la creación de la primer bombilla comercial, la cual se basó en en los estudios sobre la electricidad de Nikola Tesla.
El día que declaró en la revista Scientific American que trabajaba en “la construcción de un aparato para ver si es posible que las personas que han dejado esta tierra puedas comunicarse nuevamente” la sociedad se estremeció y lo acusó de impuro por tratar de romper con las leyes divinas. Aquella declaración se dio en 1920, en una época donde las personas saltaban de escepticismo arrogante a un increíble miedo a lo sobrenatural.
Algunos documentos históricos aseguran que Thomas siempre estuvo obsesionado con la muerte y el más allá, tanto que en 1900 había inventado una ouija eléctrica y un psico-teléfono, usando las recientes tecnologías del radioteléfono y la energía eléctrica. No hay un registro certero de estos objetos, al igual que la máquina que para hablar con los muertos.
“¡Este teléfono nos matará a todos! ¡Necesitamos creer en Dios y la inmortalidad!”.
De hecho había una gran disputa sobre si Edison había mentido a Scientific American o de verdad trabajó en dicho aparato sobrenatural. Esta leyenda fue confirmada el año pasado cuando se lanzó su libro póstumo “El Reino de la vida futura”, cuya introducción fue escrita por Philippe Baudouin, presentador de radio y filósofo francés.
Baudouin asegura que Thomas trabajó en la máquina e incluso hizo un pacto con el ingeniero que trabajaba con él, William Walter Dinwiddie, diciéndole que el primero que muriera trataría de enviar un mensaje desde el más allá. Según el filósofo francés, Thomas quería grabar la voz de un ser del más allá y hacerla audible mediante la amplificación de sonidos con la ayuda de sus fonógrafos.
Es evidente que aquel invento quedó trunco, de lo contrario hoy sería común hablar con nuestros familiares o amigos muertos. El libro “El Reino de la vida futura” sólo afirma que Edison intentó sobrepasar los límites de la realidad como lo había hecho con sus otros inventos.
Nunca conoceremos la máquina para hablar con lo muertos de Thomas Alva Edison, pero podemos hacernos un esbozo del revuelo que causó en la sociedad con las 600 respuestas que recibió la revista Scientific American tras el anuncio del invento.
Gerlad Fabris, encargado del museo de Grabaciones Sonoras del Parque Histórico Nacional Thomas Edison, seleccionó 10 frases conmemorables que a continuación se presentan:
10. ¡Demasiado tarde! Los fantasmas ya están trabajando en la misma máquina.9. ¡Este teléfono nos matará a todos! ¡Necesitamos creer en Dios y la inmortalidad!8. Los muertos no tienen memoria, así que ¿cómo es posible comunicarse con ellos?7. ¿Cómo puedo obtener uno de estos teléfonos? O, ¿puedo venderlos cuando lleguen a las tiendas?6. ¿Cómo funciona la máquina?
[Atrévete a conocer el origen, mitos y formas de jugar a la ouija para contactar a los muertos]
5. Obviamente no se puede hablar a los espíritus a menos que se utilice a un/a medium humano/a, tonto.4. ¿Otra máquina para comunicarse con los muertos? ¡Ya tengo uno de ésas!3. ¡Tenga cuidado, señor Edison! ¡Los espíritus que contestarían a este teléfono son malos!2. Soy medium, por lo que: ¡no dude en llamarme si necesita ayuda, Sr. Edison!1. ¡Apoyamos de todo corazón la creación de esta máquina!
–
Thomas Alva Edison estaba en todo su derecho de inventar cualquier objeto. Muchas invenciones de aquella época parecieron descabelladas en un principio y ahora son parte esencial de la vida. Las respuestas tan diversas del público demuestran que el humano se mueve entre la curiosidad y el terror de los cambios. Si lo hubiera logrado, pese a los comentarios negativos, seguramente hoy estaríamos muy contentos de comunicarnos con seres de otras dimensiones y quizá el orden de la vida sería muy diferente.
–
Si quieres saber otras formas de tentar con la vida y la muerte puedes leer los artículos: “La página de Internet que pretende que hables con tu familia después de morir” y “El tétrico experimento soviético de los muertos vivientes”.