El 11 de septiembre de 2001 sucedió en Nueva York un momento trágico que todos conocemos y del que hemos oído hablar más de una vez. Más conocido como la caída de las Torres Gemelas, un suceso que marcó no sólo la historia de Estados Unidos, sino la del todo el mundo.
Han pasado más de 20 años y el atentado aún da de qué hablar en la actualidad, sobre todo ahora que el Servicio Secreto de Estados Unidos hizo públicas fotos inéditas de la zona cero del derrumbe. Son imágenes que nos recuerdan la magnitud del hecho y sirven como un fuerte recuerdo para la posteridad de la tragedia.
Las nuevas fotos
La colección llamada ‘Rindiéndole Tributo a los Caídos’ ilustra lo que distintas personas vivieron la mañana del 11 de septiembre, desde transeúntes y servicios de emergencia, hasta los grandes funcionarios del gobierno, incluido el presidente George Bush.
Se pueden apreciar las calles de Nueva York llenas de polvo, policías y bomberos esforzándose por salvar el máximo número de vidas, y al presidente recorriendo las calles.
Algunas de las fotografías ya habían sido publicadas con anterioridad, pero muchas otras dan una perspectiva nunca antes vista del suceso que marcó la historia de Estados Unidos para siempre.
El inicio de la tragedia
Los eventos iniciaron desde las 7:59 a.m. cuando el vuelo 11 de American Airlines con destino a Los Ángeles despegó del Aeropuerto Internacional Logan en Boston. Entre sus pasajeros se encontraban cinco atacantes, entre ellos el líder táctico de la misión.
El segundo avión fue el vuelo 175 de United Airlines y despegó del mismo aeropuerto minutos después, a las 8:14. Igualmente había 5 atacantes entre los pasajeros.
Un tercer avión despegó desde Washington a las 8:20 y, al igual que en todos los otros vuelos, cinco secuestradores iban a bordo.
Con las aeronaves en marcha, sólo fue cuestión de tiempo para que los secuestradores tomaran el control de una de las cabinas. A pesar de que hubo resistencia de algunos pasajeros, e incluso un intento de alertar a las autoridades en tierra, el vuelo 11 de American Airlines fue tomado y su destino ya estaba sellado.
Los minutos en el aire
Menos de media hora después de que el primer vuelo despegó ya se había alertado a las autoridades federales que al menos un vuelo había sido secuestrado, con altas posibilidades de que no fuera el único.
A pesar de la propagación de la noticia, un cuarto avión despegó desde Nueva Jersey a las 8:42 a.m., éste con rumbo a San Francisco. Sin embargo, un retraso en la hora de despegue y la cantidad de cuatros secuestradores en vez de cinco marcaron una enorme diferencia.
El segundo vuelo no corrió con la misma suerte, y también cayó bajo el control de los implicados a la misma hora. Todo estaba en marcha, y no había nada que hacer para evitar la tragedia. A las 8:46 a.m. el primer avión se estrelló contra la Torre Norte.
Una mala comunicación
Ya había chocado uno de los aviones y aún así solo la Administración Federal de Aviación (FAA) estaba al tanto de los secuestros. Ni siquiera el mismo presidente Bush estaba enterado, sólo sabía que una ‘pequeña aeronave’ se había estrellado contra una torre.
El caos que ocasionó el primer choque hizo inservible toda operación de la FAA y no se dieron cuenta que tanto un tercer avión fue tomado como que el vuelo 175 de United Airlines pasó desapercibido a pesar de desviarse totalmente de su ruta habitual.
A las 9:03 a.m., este avión que nadie detectó se estrelló contra la Torre Sur mientras era evacuada, y si había alguna duda de que el primer choque fue un accidente, dos demostraban al público que algo andaba mal, y por fin se da la información verídica al presidente Bush.
Medidas tardías
Tuvieron que pasar los dos choques para que las aerolíneas decidieran dar un aviso de emergencia y cancelaran todos los vuelos. Sin embargo, era tarde: ya habían otros dos aviones en el aire bajo el control de los implicados, uno de ellos en rumbo hacia otro choque.
La difusión tardía de lo que estaba pasando impidió a los militares hacer algo al respecto, y solo pudieron observar mientras el tercer avión secuestrado, el que salió de Washington, se estrellaba contra el Pentágono a las 9:37 a.m.
Caen las Torres Gemelas
A las 9:58 a.m. la historia de Estados Unidos fue marcada por la tragedia: la torre sur colapsó. Ante la incredulidad del público, miles de vidas fueron perdidas en cuestión de los 11 segundos que le tomó al edificio caer por completo.
Veinte minutos más tarde, a las 10:28, la torre norte siguió el mismo destino que su gemela. A ésta le tomó 9 segundos caer, pero al igual que su hermana, se llevó miles de vidas en el proceso.
2,996. El saldo total de muertes en el evento. Casi todos gente inocente que se encontraba trabajando como cualquier día normal en las torres. Los pocos sobrevivientes aún hoy en día cuentan sus testimonios llenos de dolor y angustia.
La tragedia que nunca pasó
¿Y el cuarto avión? Seguía en el aire cuando ya todos los pasajeros a bordo estaban enterados de lo sucedido con las otras tres aeronaves, y muchos de ellos ya se habían contactado con sus familiares en tierra.
Esas llamadas fueron las últimas que realizaron cuando, después de una discusión, decidieron tomar el control por su cuenta de la cabina. Con toda la fuerza que pudieron reunir trataron de forzar la puerta, pero no lograron abrirla y el avión comenzó a descender.
Pero los esfuerzos no fueron en vano. La decisión de atacar a los involucrados provocó en ellos que descendieran el avión antes de tiempo. Nunca alcanzaron su objetivo original.
El avión se estrelló en Pensilvania, y aunque oficialmente nadie sobrevivió, decir esto es incorrecto. Sobrevivieron todas aquellas personas que se encontraban en el objetivo original, fuera cual fuera, gracias al sacrificio de los tripulantes en el vuelo 93 de United Airlines.