“Mamá, papá… formé una familia con él y morí justo al nacer mi tercer hijo”, dijo la pequeña a sus padres mientras tomaban la cena en su pequeña vivienda en Nueva Delhi.
Shanti Devi de pequeña con su familia en Nueva Delhi
Éstos sintieron un escalofrío recorrer su piel mientras veían a su hija ofrecer esos detalles al mismo tiempo que tomaba sus alimentos con toda tranquilidad. Con el paso de los meses Shanti cada vez daba más detalles acerca de la casa donde había sido desposada y dado a luz a su hijo, junto con su vida al lado de Kedar Nath. Incluso dio el nombre con el que había vivido aquella existencia pasada: Ludgi.
Sus padres, cada vez más alarmados ante lo que creían eran los desvaríos de una niña algo solitaria, la llevaron a la consulta del médico familiar, quien después de revisar a la niña la encontró en perfecto estado de salud. Sin embargo, de su charla con ella emergieron datos que llamaron su atención: Shanti afirmó que su muerte ocurrió a fines de 1925, un año antes de su nacimiento en 1926. Además le dio detalles sobre el embarazo, gestación y nacimiento que sólo una mujer que realmente hubiera dado a luz podría ofrecer.
Rueda del kharma
Todo daba a pensar que la niña podría ser en efecto un caso real de reencarnación, uno de los actos que forman parte de las religiones dhármicas, originadas del hinduismo, que creen en que las acciones de la vida presente tendrán un impacto en la siguiente. Este ciclo forma parte de la llamada rueda del kharma, la cual evalúa los comportamientos humanos y sus repercusiones en la reencarnación.
Los años pasaron sin que los padres de la niña hicieran algo para comprobar la veracidad de sus palabras. No obstante, su tío abuelo, el profesor Kishen Chand, estaba realmente fascinado por los relatos de la niña. Entonces tomó una decisión: escribir una carta al domicilio en Muttra del que tantas veces la niña se había referido para dirigirse al tal señor Kedar Nath y contarle la historia de Shanti. Asimismo le pedía la oportunidad de que conociera a la niña, en caso de que él quisiera, para despejar toda duda sobre la historia que tanto intrigaba a la familia.
Shanti Devi a la edad en que conoció a Kedar Nath
Semanas después obtuvo respuesta: Kedar Nath aceptaba entrevistarse con la familia de la niña, intrigado por conocerla, pero antes de ello envió a su primo para vigilar de cerca a los Devi con el propósito de cerciorarse de que no se tratara de un fraude. El primo vigiló de cerca a la familia de la niña, incluso llegó hasta ellos para revelarles su misión. Tras hablar con los padres de la niña e incluso con ella misma, el primo de Kedar Nath quedó impresionado por el relato tan exacto de Shanti y dio fe de la veracidad de los detalles que le refería.
Kedar Nath
Así, Kishen Chand y los padres de la niña se ofrecieron a pagar el viaje en tren desde Muttra a Kedar Nath y su hijo más pequeño, el posible hijo de Shanti. El anhelado encuentro estaba a punto de darse sin que la niña estuviera enterada de ello.
El encuentro
Cuando la niña tuvo a Kedar Nath frente a ella su semblante lucía sereno pero en su interior había una gran agitación: el hombre estaba obviamente algunos años más viejo pero, sin duda, era él con quien había compartido sus años de matrimonio hasta el desenlace en el parto. Ambos se saludaron y Shanti le habló como si siguieran juntos y jamás se hubieran separado. Kedar Nath lucía consternado ante los detalles que la niña le ofrecía, mismos que eran exactamente idénticos a los vividos junto a su anterior esposa Ludgi.
Shanti Devi de joven, años después de que el caso se diera a conocer en toda la India
Sin embargo, el momento más emotivo e impresionante fue cuando vio y reconoció al más grande de sus hijos. Shanti lo abrazó entre lágrimas y le dijo cuánto lo había amado. Era impresionante ver cómo ella se comportaba sumamente maternal con un niño más grande que ella y que no atinaba a comprender lo ocurrido. Los allí reunidos miraban la escena conmovidos, pero al mismo tiempo con una sensación creciente de preocupación. ¿Era real todo aquello? ¿Realmente se podía dar crédito del relato de la niña reencarnada?
El viaje a Muttra
Aquél no fue el único encuentro entre Shanti y Kedar Nath. Meses después, el 15 de noviembre de 1935, la niña viajó a Muttra para conocer la casa en la que había vivido en su vida anterior. El caso trascendió a la prensa y cientos de reporteros aguardaban en la estación de tren para registrar fotografías y primeras impresiones del momento.
Uno de los edificios principales de Mattura
Al llegar a la casa de sus relatos, la niña sintió sus ojos iluminarse al recordar los años pasados en ella. La presencia de otros familiares no asustó a Shanti: mencionó el lugar donde solía esconder dinero, refirió que hace algunos años la casa estaba pintada de otro color y dio detalles que sólo alguien allegado a la familia podía dominar. Kedar Nath se había vuelto a casar, sin embargo, su nueva mujer que estaba presente en la vivienda también escuchaba fascinada las anécdotas e historias de la pequeña. Shanti reconoció a vecinos, lugares que solía frecuentar y otros detalles que finalmente no dejaron dudas sobre la veracidad de su caso. A partir de ese momento, Ludgi-Shanti comenzó a ser llamada por la prensa ‘La reencarnada de Delhi’.
Mahatma Gandhi da su veredicto
La noticia de la reencarnación de Shanti Devi comenzó a darle la vuelta a la India hasta llegar a oídos del mismísimo Mahatma Gandhi, quien después de conocer a ‘La reencarnada de Delhi’ y escuchar su relato, ordenó una comisión para investigar el caso a profundidad. Cuando los resultados fueron concluyentes y se demostró que la niña no mentía, Gandhi corroboró su apoyo al caso.
Mahatma Gandhi
Por su parte, Sture Lonnestrand, un reputado escritor y psicólogo sueco, viajó hasta el país asiático para entrevistar a Shanti y conocer de cerca su historia. Toda la publicidad que Shanti y su familia ganaron comenzó a ser demasiado pesada de sobrellevar. Kedar Nath y su familia decidieron cortar toda comunicación con la niña y seguir haciendo su vida alejada de ella y de todo el caso. También los padres de Shanti se alejaron con el correr de los años.
Una de las últimas fotos que se conocen de Shanti Devi
‘La reencarnada de Delhi’ siguió viviendo en Nueva Delhi y trabajando en una oficina pública, viviendo en soledad. En alguna entrevista, Shanti afirmó: “Casi había alcanzado un estado de bienaventuranza y salvación eternas… pero cometí un error. Estaba demasiado ansiosa por volver a la Tierra, deseando ver a mi hijo y anhelando a mi esposo Kedar Nath “.
“Mi amor era egoísta, codicioso y exigente. Todavía me amaba incluso cuando estaba muerto. Por lo tanto, tuve que experimentar la próxima etapa de la muerte, la reencarnación”. Shanti falleció en India el 27 de diciembre de 1987.
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