El amor ha sido tema de estudio desde hace mucho tiempo, incluso tiene un día especial para celebrarlo y demostrar a la persona amada todo lo que sentimos por ella. Una vez que encontramos a ese ser con el que queremos pasar toda la vida, ¿qué sigue? ¿Cómo seguir demostrando con el paso de los años que se ama igual que el primer día? Si bien es cierto que a todos nos toca diferente ese tema del amor, hay historias que son tan especiales que perduran toda la vida y sigue hablándose de ellas.
Así sucede con una de las actuales maravillas del mundo, el monumento funerario que se encuentra en la India, ¿sabes cuál es la historia de amor del Taj Mahal? Su nombre quiere decir ‘Corona de los palacios’, y es un monumento funerario que se construyó por el amor y deseo del príncipe musulmán Shahbuddin Mohammed.
La historia cuenta que el príncipe, caminando por un bazar, conoció a la mujer de su vida, la bella Arjumand Banu Begum, de sólo 15 años, a la cual desposó tiempo después. Arjumand fue su segunda esposa, pero también a la que más amó. El emperador la nombró como Mumtaz Mahal, “la elegida del palacio”. Así, pasaron los años y a la muerte del padre del príncipe, éste fue coronado con el nombre de Shah Jahan, “El rey del mundo”.
Cuatro años más tarde, la tragedia invadió la vida del emperador Jahan, pues su amada esposa murió dando a luz a su hijo número 14; en el lecho de muerte, ella le pidió le construyera un mausoleo sin igual, que volviera a casarse, que fuera bueno con sus hijos y que la visitara cada año. Sin embargo, el emperador cayó en depresión y se encerró por varios años, donde se cree planeó la construcción de la tumba de su amada esposa.
En su memoria, contrató a 20 mil obreros para construir en la ciudad de Agra, en la India, lo que hoy es el mausoleo más impresionante del mundo, ejemplo de simetría y belleza. Más de 20 años de trabajo día y noche fueron necesarios para tal construcción y exquisitos materiales como mármol blanco traído en elefantes desde Jodhpur, turquesa del Tíbet, crisolita de Egipto, jade y cristal de China, cuarzo del Himalaya, coral de Arabia, ámbar del Océano Indico, amatistas de Persia, ágata de Yemen, zafiros de Ceylán, malaquita de Rusia, diamantes de Golconda y lapiaslazuli de Afganistán, fueron traídos. Todo era poco para la tumba de su amada esposa, incluso se desvió el Río Yamuna para servir de espejo al palacio.
Otra historia que se cuenta acerca del Taj Mahal es que el emperador mandó a matar a la esposa del arquitecto para que éste sufriera el mismo dolor y lo plasmara en cada detalle, y que después lo dejó ciego y le cortó las manos para que nunca pudiese construir algo igual, también se dice que mató a todos los obreros y así nadie nunca supiera cómo se hizo.
El emperador Shah Jahan fue encerrado por su hijo en el fuerte rojo en el que pasó sus últimos años contemplando el Taj Mahal por la ventana, cuando estaba a punto de morir mandó a colocar un espejo para ver la tumba de su amada. Shah Jahan murió a la edad de 74 años y fue enterrado por orden de su hijo junto a Mumtaz Mah, rompiendo la perfecta simetría del mausoleo. No se sabe si su hijo lo hizo por odio o por amor.
De esta manera, el Taj Mahal es el homenaje al amor más bello del mundo, más allá de la muerte y del tiempo. Habrá que ver cuántas mujeres morirían por un regalo así.
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