Es sabido que la historia de los romanos guarda oscuros y extravagantes secretos, pero ninguno otro como el de Calígula y su caballo Incitatus o Incato al que nombró cónsul y con el que supuestamente se quería casar.
La vida del llamado emperador loco estuvo llena de excesos que llevó a otro nivel cuando compartió sus lujos con su mascota favorita.
Los lujos del caballo Incitatus
Calígula no sólo mandó construir para Incitatus una caballeriza de mármol, sino también le regaló una casa completa con enormes jardines y hasta 18 sirvientes para su cuidado.
El famoso caballo el cual tuvo su propia estatua de marfil, dormía y vestía exclusivamente con piedras preciosas mantas de púrpura, el color más caro de la antigua Roma. Además, su menú diario consistía en copos de avena, calamares, mejillones, pollo y hasta vino servido en copas de oro en la misma mesa que el emperador.
Como se trataba de un caballo de carreras, el obsesionado Calígula no dudaba en dormir con él la noche anterior a las contiendas y decretaba silencio general en toda la ciudad para que el caballito descansara correctamente. Si alguien hacía ruido, se le castigaba de manera severa.
De caballo a cónsul
Parece mentira, pero Calígula nombró a su caballo cónsul. Incluso intentó elevar su cargo público a senador, pero no se logró, ya que antes fue asesinad* por su propia guardia pretoriana.
Algunos historiadores afirman que posiblemente lo hizo para ridiculizar a los senadores, sin embargo, se desconoce la razón exacta.
Existen varias teorías acerca del inusual amor que Calígula tenía por su caballo Incato, pero una de ellas afirma que como la personalidad del emperador era bromista y sarcástica, posiblemente hizo todo por su mascota con la finalidad de provocar al gobierno, pues con ésto les hacía saber que un caballo supuestamente podía desarrollar bien sus tareas.