Son contadas pero reales las historias sobre parejas que después de décadas descubren la verdadera identidad de uno u otro. Desde asesinos seriales, los mafiosos más buscados, millonarios criminales, contrabandistas encubiertos o hasta maniáticos es lo que después de años sale a la luz como una pesadilla en la que uno se despierta al lado de un completo extraño. De hecho, este tipo de historias no sólo han sido encabezados periodísticos, también son los argumentos principales de grandes películas y novelas reconocidas.”M. Butterly” fue una obra de teatro y posteriormente un filme del mismo guionista, David Wright, en el cual se desarrolla una gran historia romántica sobre un diplomático de la embajada francesa en Pekín y una hermosa cantante de ópera asiática. Lamentablemente, todo termina de la forma más ruin cuando el enamorado hombre descubre que ella es una espía del gobierno chino que sólo se involucró con él para infiltrarse en la embajada francesa; sin embargo, esa parte no es la más inesperada de esta historia. Durante el juicio en el que ambos fueron castigados, la verdad sobre la enigmática cantante surge, pues durante toda su relación con el diplomático francés él jamás se dio cuenta de que su amada era en realidad un hombre.
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Intrigante, distinta, insuperable y cautivante, así resultó la historia sobre este par de engañosos y engañados. Lo que pocos saben sobre esta obra teatral y cinta cinematográfica es que se trató de una adaptación sobre la vida de dos personajes reales.
-La historia sobre un espía chino, que además cantaba ópera y de quien se enamoró perdidamente un funcionario de la embajada fue un hecho verídico. Mas nunca nadie se imaginó que esta gran odisea romántica desencadenaría el caso de espionaje más exitoso de la época y menos que la mujer que había engañado durante años a un centenar de personas fuera en realidad un hombre que dominaba el arte de aparentar a una delicada fémina.Brevemente y sin preámbulos, la historia verdadera entre Shi Pei Pu y Bernard Boursicot se resume en tres actos cruciales, dos personajes bastante originales y un desenlace increíblemente extraño.
Contexto:Shi, quien nació en la provincia oriental de Shandong, fue un cantante de ópera en Pekín, además de un maestro de mandarín que impartía el idioma a un círculo de diplomáticos extranjeros en 1964, mismo año en el que conoció a Boursicot, un funcionario que trabajaba como contable en la embajada francesa de la capital china.
Primer acto:
A sus 20 y 24 años, ambos personajes decidieron comenzar una relación cuando Shi le explicó a su enamorado que realmente era una mujer a la que su padre había obligado a comportarse como hombre toda su vida, pues él siempre había anhelado un hijo varón y al nunca tenerlo tuvo que conformarse con una hija de rasgos y ademanes masculinos. Por otro lado, el joven francés era un hombre poco experimentado sexualmente que ya había tenido encuentros íntimos con algunos compañeros del colegio, por lo que no tuvo ningún problema para enamorarse de una “mujer” con aspecto varonil.
Segundo acto:
Poco tiempo después de consolidar su romance, Boursicot tuvo que dejar China y en ese momento su amante, Shi Pei Pu, le confesó que estaba embarazada. Lamentablemente y a pesar de la noticia, tuvieron que separarse por un tiempo, pero a finales de 1960 el francés regresó a Pekín en busca de su amada y con la intención de conocer a su hijo, aun ante la situación que en ese momento vivía el país, pues China se encontraba en plena Revolución Cultural.
Al llegar a la capital china, Shi le explicó a Boursicot que su hijo, a quien supuestamente había llamado Shi Du Du y quien ahora tenía cuatro años, había sido enviado a una región remota para protegerlo de los conflictos que implicaba la revolución. Prometiéndole que pronto podría conocer a su hijo, Boursicot esperó pacientemente por el encuentro y durante ese tiempo Shi Pei Pu planeó una estrategia para lograr que el francés aceptara revelar información secreta a los agentes chinos.
Los documentos que Boursicot le entregó a las autoridades de China supuestamente le darían el acceso certero y rápido para poder conocer a su hijo, así que mientras Shi actuaba de intermediario, Boursicot se encargó de traicionar a su país.
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Tercer acto:
Todo se vino abajo cuando Shi Pei Pu y su supuesto hijo Shi Du Du viajaron a París para encontrarse con Boursicot. Llegaron a su casa en 1982 para descubrir que él ya vivía con otro hombre, sin embargo, continuaron una relación amistosa debido al ahora adolescente que los unía. Durante esa época el actor y cantante chino actuó en los escenarios parisienses y se convirtió en un personaje mediático, lo cual le ayudó a conseguir una extensión de su visado.
La fama de la pareja causó que el cuerpo de contraespionaje francés comenzara a sospechar, por lo que fueron interrogados y posteriormente descubiertos. Ambos fueron acusados de espionaje y en 1968 los condenaron a cumplir su sentencia; en ese momento el juez también ordenó un examen médico para Shi Pei Pu y fue entonces cuando Boursicot supo, por primera vez y después de 20 años, que su amante lo había engañado desde el primer momento fingiendo ser una mujer.
-De todas las conjeturas, dudas y preguntas que surgen en cualquiera que conozca la historia, la más indescriptible es la que nos aclararía cómo la pareja de Shi jamás notó el verdadero sexo de la persona con la que mantenía relaciones. “Nuestros encuentros sexuales eran rápidos, furtivos y a oscuras”, dijo Boursicot para el “New York Times”. Sin embargo, nadie puede creer que a pesar de que no hubiera un solo rastro de luz, Boursicot nunca notara que su pareja era un hombre.
Una posible respuesta nos lleva a imaginar que él sabía perfectamente la verdad y que la única mentira fue con la que ambos se engañaban a sí mismos al fingir que el secreto de Shi no había sido descubierto. En segundo lugar, Boursicot ignoró por completo que las mujeres no podían pertenecer a la ópera china, por lo que la única posibilidad de formar parte de ese medio era la de ser un hombre de facciones femeninas y voz privilegiada, mas no una mujer en toda la en extensión de la palabra.Además de esos cabos sueltos, el momento en el que Shi aseguró estar “embarazada” fue lo suficientemente inconsistente como para dudar del hecho. Aun así, el juego de disfrazar la mentira de verdad continuó como algo divertido para la turbulenta pareja.Nadie sabe exactamente qué pasaba por la mente de estos dos personajes, la única realidad certera es que ambos fueron condenados a seis años de cárcel por pasar documentos franceses a los servicios secretos chinos, sin embargo, los dos espías pasaron sólo un año en la cárcel al ser perdonados por Francois Mitterrand. Shi Du Du declaró a la policía que venía de una familia del oeste de China y que su madre fue quien había decidido venderlo para aminorar su pobreza. La expareja se separó definitivamente a partir del juicio y en el año 2009 el cantante de ópera murió, dejando una estela de inspiración a partir de la que se crearon historias como la de la película “M. Butterly”.
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