Los cobertores San Marcos también conocidos como cobijas de tigre o cobijas o colchas de feria, estas grandes y pesadas telas cumplen con tres características: son adquiridos en ferias de pueblo con grandes ofertas, son utilizadas únicamente en invierno o cuando la temperatura desciende estrepitosamente y por supuesto, sus nada sutiles y llamativos diseños. Si bien la marca original era “San Marcos”, ahora basta con que se trate de cualquier cobertor grande, fibra acrílica y diseño llamativo para que sea llamado así.
El diseño más famoso es en el que se ilustra animales salvajes; tigres, osos, leones, leopardos, caballos, águilas o elefantes, pero también lo hay con frutas, guerreros prehispánicos o personajes infantiles, todos con un diseño contrastado en dos llamativos colores, cualquiera podría pensar que se trata de un dibujo de mal gusto, pero la realidad es que estas cobijas son tan calientes y reconfortantes que cualquier hogar mexicano que se jacte de serlo guarda por lo menos una en su clóset, pero ¿de dónde vienen estas cobijas?
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Jesús Rivera Franco
Para conocer el origen de estas tradicionales prendas de cama, es necesario conocer la historia de su creador, don Jesús Rivera Franco, quien a pesar de ser originario de Teocaltiche, un pueblo de Jalisco, creció en Aguascalientes, aprendiendo el oficio de su padre, quien era un sombrero. Cuando Jesús tenía 12 años comenzó a diversificar sus habilidades hacia otro tipo de textiles, se especializó en la elaboración de sarapes en telares de palo. Su familia decidió regresar a Jalisco para buscar otras oportunidades laborales, sin embargo, Jesús de tan sólo 15 años optó por quedarse y montó su taller en la calle de Rivera, cerca del jardín de San Marcos, en el centro de Aguascalientes.
Jesús era un entusiasta de los textiles y comenzó a tener una visión mucho más ambiciosa sobre su negocio. Trabajó en varias fábricas de Aguascalientes y San Luis, y cuando tuvo la oportunidad de comprar la vieja maquinaria de una fábrica de textiles muy exitosa en Aguascalientes llamada La Industrial, Jesús no dudo ni un segundo y adquirió los telares mecánicos, este sería el primer paso para fundar la Compañía Textil San Marcos.
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Los cobertores de San Marcos
Al principio Jesús comenzó haciendo bufandas y frazadas ligeras. Hasta que el empresario textil, motivado por sus estudios en su rama, viajó a España y a su regreso comenzó a desarrollar la idea de hacer estas frazadas con acrílico para conservar el calor, con los bordes gruesos y con una misma imagen impresa en ambas caras.
Al poco tiempo que salieron a la venta, en 1976, estos cobertores fueron todo un éxito en Aguascalientes, Jesús tuvo que abrir más fábricas para poder cumplir con su demanda. Se dice que la compañía llegó a tener más de 10 fábricas y 4 mil trabajadores. A pesar de que eran considerados un producto corriente por su bajo costo, todos los hogares (de cualquier nivel) de México llegaron a tener una de estas piezas gracias a su gran calidad y excelentes precios (en 1984 un cobertor matrimonial costaba 45 pesos aproximadamente).
Foto: Alto NivelEl empresario tuvo tan buena fortuna en los negocios que se animó a incursionar en la industria inmobiliaria y de la construcción, construyendo algunos fraccionamientos residenciales y centros comerciales.
Lamentablemente, por motivos desconocidos Jesús vendió la compañía a principios de la década de 1990 a un consorcio de Nuevo León llamado Celulosa y Derivados (Cydsa), que finalmente cerró la última fábrica en el año 2004. Don Jesús Rivera murió cinco años después, a la edad de 91 años.
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A pesar de que las cobijas San Marcos originales se dejaron de fabricar hace más de una década, los mexicanos siguen teniendo muy presente que estos pesados y alegres cobertores se han vuelto un nuevo símbolo de identidad nacional, al cual con cariño lo recuerdan con muchos memes y sentido del humor.
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