La leyenda de “La Llorona” nos ha acompañado a los mexicanos por varias generaciones, pero nosotros te contaremos la trágica historia de la mujer azteca que dio origen a este ser que aún se pasea por las calles de la Ciudad de México lamentándose por sus hijos aztecas.
Según la tradición nahua, en la década anterior a la llegada de los conquistadores a México-Tenochtitlán, la capital del imperio mexica fue testigo de extraños acontecimientos que fueron interpretados como señales que daban cuenta del fin de una era. Una estela de fuego cruzó el cielo nocturno, un rayo impactó la casa de Xiuhtecuhtli cuando apenas llovía y el templo de Huitzilopochtli ardió sin razón alguna.
Ésos fueron sólo el principio de los 8 presagios funestos que habrían de atormentar a Moctezuma y su pueblo, como una fatal premonición de la empresa de la Conquista. En su conjunto, dan cuenta del sentir de la civilización más poderosa de Mesoamérica mientras veía cómo su mundo, sus dioses y todo lo que creía realidad quedaba hecho añicos ante la cruz y la espada española. Sin embargo, la sexta señal logró trascender al tiempo y se anidó en el imaginario colectivo como una leyenda, parte de la riqueza de la tradición oral en el centro de México.
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En aquellos días oscuros, justo después de la inundación que azotó Tenochitlán, los rumores sobre una mujer que se quejaba durante la noche acrecentaban en la ciudad mexica. El Códice Durán afirma que Moctezuma, enterado de la situación, pidió a la población y en especial a los calpixques (encargados de cumplir las órdenes del Tlatoani) resolver el misterio a través del diálogo con la misteriosa presencia:
“Lo mismo encomendad a todos los que tienen por costumbre de andar de noche y que si topasen a aquella mujer que dicen que anda de noche llorando y gimiendo, que le pregunten qué es lo que llora y gime y se satisfagan de todo lo que acerca de estos negocios pudieren saber”.
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La leyenda de La Llorona también tiene un fuerte vínculo con una clase de diosas, de donde pudo tomar la manifestación fenoménica que derivó en su concepción contemporánea. Las “Cihuateteo” eran mujeres que morían en labores de parto. En la cosmovisión nahua, estas deidades nacían de todas las personas que fallecían al momento de dar a luz. Según Fray Bernardino de Sahagún, las diosas andaban por el aire y de vez en cuando, solían aparecerse a los vivos, encarnando en algún cuerpo humano:
“Y decían que andaban en las encrucijadas de los caminos, haciendo estos daños, y por eso los padres y las madres prohibían a sus hijos e hijas que en ciertos días del año, en que descendían estas diosas, que saliesen fuera de la casa, porque no topasen con ellos estas diosas, y no les hiciesen algún daño”.
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Se creía que solían tomar forma terrenal y aparecer especialmente a los viajeros y caminantes nocturnos, quienes escuchaban su lamento característico. Al mismo tiempo, esta misteriosa mujer fue relacionado con Cihuacóatl. Posiblemente, esta fue la primera versión que existió de la leyenda. La diosa madre indígena habría vagado anunciando en toda Tenochtitlán lo que estaba por venir. Una crónica más cercana a la contemporánea aparece en la “Historia de Tlaxcala” de Muñoz Camargo:
“El sexto prodigio y señal fue que muchas veces y muchas noches, se oía una voz de mujer que a grandes voces lloraba y decía, anegándose con mucho llanto y grandes sollozos y suspiros: ¡Ay hijos míos! del todo nos vamos ya a perder… e otras veces decía: Oh hijos míos ¿a dónde os podré llevar y esconder…?”
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La historia tomó fuerza una vez que cayó el imperio mexica, y con él, se derrumbó poco a poco el mundo prehispánico. Durante la época colonial, la tradición oral recibió influencia de la sociedad de entonces y se caracterizó con elementos occidentales: una mujer mestiza enamorada de un español que, después de su rechazo, decidió asesinar cruelmente a sus hijos. Apareció el velo y el remordimiento como invenciones cristianas añadidas al relato y pronto la historia fue conocida en toda Latinoamérica con variantes endémicas, pero conservando el nombre de la leyenda de La Llorona.