Corría diciembre del 2019 cuando en las calles de Guadalajara aparecieron unos extraños dibujos con un apestoso detalle, lo que se conoce como el misterio de las ‘cruces de caca’.
Resulta que estas ‘obras de arte’ estaban hechas con excremento humano, pero lo increíble son todas aquellas teorías que se desataron para descifrar su origen.
Marcaban el camino de la pandemia
Las ‘cruces de caca’, como le nombraron los tapatíos, se hicieron presentes al mismo tiempo que se reportaron los primeros casos de C-19 en Wuhan, China. Alguno destacaron esta coincidencia debido a que mientras avanzaba la pandemia, más cruces aparecían.
Una obra de arte con sello
También se habló de que podría tratarse de un performance artístico bajo el concepto de ‘arte situacionista’, una corriente que pretende hacer partícipe a la sociedad en la obra que puede ser o no tangible. La finalidad es difundir un mensaje para que las personas sean los autores de la obra.
La ‘cruces de caca’, si seguimos esta teoría, podrían indicar un mensaje en contra de la religión católica, esto, debido al elevado número de iglesias en Guadalajara, en contra de la abundante publicidad comercial que existe en las ciudades, pues muchas de éstas las dibujaron sobre anuncios publicitarios.
Incluso, se llegó a pensar que eran una advertencia sobre la escasez de papel higiénico debido a las compras de pánico por la pandemia.
Sectas satánicas
La teoría que nunca falla cuando surge algún misterio es la que involucra a una secta satánica y en este caso, se pensó porque muchas de las ‘cruces de caca’ fueron hechas en iglesias y templos, además de que si unías los puntos donde se localizaron, se formaba un pentagrama.
Indigente resentido
La que más convenció a los tapatíos es la teoría que responsabiliza a un indigente resentido con la sociedad; una persona con alguna adicción que fue maltratado y busca vengarse a través de estos actos repulsivos, recordando a sí mismo y a los demás que no existen ni formas, ni templos sagrados y que la sociedad siempre tendrá de vuelta aquello que cosecha, sin importar si es bueno o malo.
Hasta ahora no se ha podido comprobar nada, lo único que se sabe con exactitud, es que la primera cruz de popó fue vista en el Expiatorio, uno de los templos más famosos y concurridos en Guadalajara.
La gente acudía a este sitio para tomarse fotos hasta que la limpiaron; sin embargo, no contaban que comenzarían a aparecer otras ‘cruces de caca’ por toda la ciudad. Probablemente solo existió un pionero y muchas de ellas fueron réplicas. Sea cual sea el fin, ¡qué atrevidos!