El papel de las mujeres en la Revolución Mexicana no se limitó a las labores domésticas, mientras el marido estaba en la lucha armada, o incluso en el campo de batalla al lado de las tropas donde había mayoría de hombres, y que dio pie a la imagen típica de la adelita o soldadera de gesto desafiante. Las mujeres actuaron en importantes labores como reporteras, editoras de periódicos, maestras, telegrafistas, enfermeras u oficinistas, que le dieron una importancia vital a su presencia.
La Revolución Mexicana, que dio inicio el 20 de noviembre de 1910, vio a las mujeres adoptar un papel que la historia ha olvidado en sus gran mayoría, pero que siempre es importante rescatar. Entre las mujeres destacadas en el ámbito del periodismo destacan Juana Belén Gutiérrez de Mendoza, quien estaba al frente del periódico Vésper, que defendía a los mineros y combatía la dictadura de Díaz. También figura Emilia Enríquez de Rivera, alias “Obdulia”, que manifestaba sus ideales revolucionarios en las páginas de la revista Hogar.
Valientes y sin temor
Hubo mujeres que participaron en labores conspiratorias como las pertenecientes a la familia Serdán: Carmen Serdán, Carmen Alatriste y Francisca del Valle (hermana, madre y esposa de Aquiles Serdán, respectivamente). Por otro lado, desde el estado de Puebla, figuraron Guadalupe, Rosa y María Narváez, quienes al son de panfletos y la distribución de armas entre distintas tropas guerrilleras, no titubearon en hacer todo lo posible para desarticular el gobierno de Díaz.
Balas y más balas con toque femenino
Hubo heroínas de la talla de Juana Gutiérrez de Mendoza y “La China” quienes se levantaron en armas para conducir un pequeño ejército conformado por mujeres viudas y huérfanas que perdieron a sus hombres en la lucha. Ellas dieron una muestra de coraje al no titubear y tomar las armas para salir a los campos de batalla y mancharse de sangre por una causa que creían justa.
Hay historias de injusticia, como el hecho de que las soldaderas eran una especie de sirvientes de los soldados y caudillos, pero también de profunda valentía: si no, que le pregunten a Ángela Jiménez, una experta en explosivos que no dudaba en jugarse la vida con tal de hacer daño a los ejércitos rivales.
No debemos olvidar que el popular Pancho Villa contó con una gran aliada en sus planes: Petra Herrera, aunque se dice que las relaciones se tensaron a tal grado que ella decidió separarse de su lado y organizar un ejército de más de mil mujeres a su cargo.
De cierta manera, la posibilidad de que la mujer participara en la contienda o en la distribución de información, le dio la capacidad de tener mayor visibilidad a nivel social, ya que se desenvolvía en una época en la que el machismo predominaba y le impedía desarrollarse como lo merecía.
Éstas son sólo algunas de las varias mujeres que participaron de una u otra manera en el movimiento de la Revolución Mexicana, pero cuyo papel no ha sido tan glorificado como el de otras luminarias como Pancho Villa o el mismo Emiliano Zapata.
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