Se dice que el amor es la fuerza que mueve el mundo, y es verdad, todos podemos ver cómo los padres se levantan todos los días para trabajar por su familia, los viajeros que recorren largas distancias para encontrarse con su pareja o todos los sacrificios que las personas llegan a hacer para ver bien a la persona que aman. Pero, la literatura tiene la posibilidad de potencializar todos estos actos y convertirlos en historias épicas, en demostrar la pasión del amor desde todas sus aristas y honrar y enaltecer a la luz que ilumina el corazón; el amor. A continuación te presentamos las parejas más pasionales que podrás encontrar en la literatura.
Florentino Ariza y Fermina Daza
La pareja que pertenece a la obra favorita de Gabriel García Márquez: El amor en tiempos de cólera, obra en la que el autor se basó en las propias vivencias de sus padres. Lo fascinante de estos personajes es que son atemporales gracias a las virtudes que les fueron dotadas por el autor, además, por supuesto, de la eterna devoción que sintió Florentino por su amada, dejando de lado todos los prejuicios impuestos.
Paris y Helena
Paris y Helena pertenecen al épico universo de la Ilíada, escrita por Homero. La pasión que siente la pareja fue tan inmensa que fue capaz de comenzar una guerra. Este par no se vio intimidado por la desaprobación que sentía el mundo entero ante su amor, jamás se mostraron dispuestos a separarse.
Romeo y Julieta
La pareja por excelencia, son un ícono no solo en las historias de amor, en la literatura, el arte y la cultura. Romeo y Julieta son producto de la mente prodigiosa de William Shakespeare y se les distingue por el intenso amor que sintieron el uno por el otro desde en primer instante que se vieron a pesar de la enorme rivalidad que existía entre sus familias, lo que ocasionó la muerte de ambos jóvenes. Sin lugar a dudas el romance más famoso de la literatura.
Foto: Sesacine
Elizabeth Bennet y Mr. Darcy
Otra pareja clásica de la literatura y cultura popular gracias a la magnífica narración que desarrolla Jane Austen en Orgullo y prejuicio. Esta pareja demuestra que el amor prevalece antes las diferencias de clase y cómo las personas en verdad sacan la mejor versión de sí mismos al sentirse enamorados y correspondidos.
Jay y Daisy
Jay Gatsby es un hombre rico y enigmático que tiene un objetivo muy particular; reunirse con una mujer llamada Daisy, un antiguo amor. Con este pretexto Jay Gatsby ofrece muchas reuniones llenas de lujos y abundancia, para ver si así logra reencontrarse con Daisy y culminar por fin, su amor.
Don Juan y Doña Inés
José Zorrilla dio nombre a un singular personaje que es fácil de identificar en la vida real, aquel hombre que gusta de seducir mujeres, atractivo físicamente, con facilidad de palabra, muy hábil para decir mentiras y nada fiel, un “todasmias”, un “donjuán”. Zorrilla lo nombró: Don Juan Tenorio, quien después de vivir una larga temporada seduciendo y engañando a un sinfín de mujeres cayó completamente rendido ante los pies de Doña Inés, quien lo acompañará hasta después de su muerte.
Hamlet y Ofelia
Otra pareja que vive en las páginas escritas por la mente de William Shakespeare. Ofelia y Hamlet viven una historia de amor tumultuoso pero correspondido, el problema es que Ofelia tuvo que obedecer a su familia y terminar con su relación con Hamlet, quien no logra comprender los motivos de Ofelia, por lo cual, al sentirse herido reacciona de una manera sumamente violenta y le sugiere que se vaya a un convento. La pareja se separa y Ofelia muere ahogada.
Catalina y Andrés
Arráncame la vida, na novela mexicana, situada en la época pos revolucionaria, cuenta la historia de Catalina una joven sumisa que es sorprendida por la imponente personalidad del general Andrés Ascencio, quién decide no solo cortejarla sino hacerla su pareja quiera o no, e intenta moldearla según sea su conveniencia, pero Catalina poco a poco aprenderá a encontrar su propia voz y el amor dentro de sus condiciones.
Drácula y Mina
Drácula, no solo era un temible vampiro creado por Bram Stoker, también era un amante que tenía que conformarse con la soledad en la que se sentía tras no poder poseer a su amada Mina. Drácula se siente constantemente tentado por la idea de convertir a Mina en su compañera de por vida, cuesta lo que le cueste.