Las revoluciones. revueltas y dictaduras que hubo en la última mitad del siglo pasado en varios países de América Latina han contado con la intervención de Estados Unidos de América como aliado de algún bando, en modo secreto y a favor de sus intereses. Así se ha documentado con la Operación Cóndor, por ejemplo, pero uno de los casos más conocidos y comprobados es el de Nicaragua.
Nicaragua estuvo bajo el régimen dictatorial de Anastasio Somoza Debayle (cuya familia estaba en el poder desde los 50) del 5 de febrero de 1967 hasta el 17 de julio de 1979 cuando fue derrocado por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que era un grupo revolucionario.
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En ese entonces, Ronald Reagan era presidente de EUA y comenzó una lucha en contra del sandinismo en Nicaragua. A través de la Agencia Central de Inteligencia (CIA por sus siglas en inglés), Reagan destinó recursos para armar, entrenar y suministrar ropa y alimentos a un grupo de personas en Nicaragua en territorio hondureño.
Ronald Reagan
Este grupo fue llamado de los contrarrevolucionarios y mejor conocido como “la contra”, “los contras” o “los contra”; la mayor parte de sus miembros habían sido oficiales de la Guardia Nacional en tiempos de Anastasio Somoza.
En 1981, el primer año de Reagan contra el Sandinismo, se destinaron 19.5 millones de dólares para las tareas de adiestramiento y armas. En 1982, el presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara, Edward P. Boland intentó poner un freno para que en año 83 no se le diera ningún apoyo a la CIA para tareas relacionadas con Nicaragua. De cualquier modo, para 1984, en Congreso autorizó 24 millones de dólares para estas tareas.
Oliver North, que era ayudante del Consejero de Seguridad Nacional, Robert McFarlane, estaba al frente de esta misión y también procuraba conseguir recursos de forma privada para encaminarlos a la contra.
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Oliver North
También en 1984 el Congreso prohibió cualquier tipo de apoyo militar o paramilitar a Nicaragua ya fuera la CIA, el Departamento de Defensa o cualquier dependencia que pudiera estar relacionada. Pero North y McFarlane continuaron con el apoyo económico y militar.
Al siguiente año, ambos funcionarios se implicaron en un plan secreto de venta de armas a Irán a cambio de la liberación de rehenes. Aunque esto estaba contra las regulaciones de EUA, Reagan lo autorizó y la venta tuvo tanto que éxito que de ahí enviaron recursos a la contra de Nicaragua. El sucesor de McFarlene, John Poindexter, también lo aprobó.
En 1986 un avión de carga que sobrevolaba la selva de Nicaragua fue derribado. Uno de los tripulante se salvó pues brincó en paracaídas y cayó en manos de los sandinistas. A estos les dijo que el avión era parte del plan de Estados Unidos para armar y financiar a la contra.
El gobierno de Estados Unidos negó todo: lo de las armas a Irán, lo de los rehenes y lo de la contra. Pero un mes después, la revista libanesa Al-Shiraa sacó a la luz la evidencia de la venta de armas. Poco después, el departamento de Justicia señaló que parte de ese dinero había sido destinado a financiar la contra en Nicaragua.
Ahí paró la contra y el FSLN continuó su lucha hasta tomar el control del gobierno de Nicaragua. Luego, la contra se convirtió en un partido político cuando Violeta Chamorro llegó al poder.
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