Es normal que una de las fuentes de inspiración en el mundo cinematográfico sean los hechos sobrenaturales y escalofriantes. La posibilidad de tener a personas dentro de una sala oscura, inmersos en la expectativa de una aparición que los haga saltar del susto o que pierdan el sueño por la noche, es una gran satisfacción para los realizadores de este tipo de films.
Muchas películas se basan en leyendas populares, otras en sucesos reales, dentro de este rubro existe una tendencia específica hacia las posesiones. La referencia más clara que tenemos es el clásico cinematográfico “El Exorcista”, una historia sorprendente, la cual provoca diferentes preguntas y miedos, pero una en especial puede erizarnos la piel: ¿puede ser real?
A continuación te presentamos los exorcismos más famosos que inspiraron diversas películas, casos que han intentado ser explicados por la ciencia pero con hechos que escapan de las manos de ese tipo de conocimiento:
Annaliese Michel
La chica que inspiró “El exorcismo de Emily Rose” fue internada en un centro psiquiátrico por problemas mentales y epilepsia a los 16 años, pero después de eso, los padres de Annaliese creyeron que su hija estaba poseída, pues a partir de 1973 empezó a desarrollar tendencias suicidas, a escuchar voces, a despreciar cualquier tipo de objeto religioso y a beber su propia orina. La Iglesia prohibió que se le hiciera un exorcismo, pero dos sacerdotes practicaron un par intentando ayudar a la chica, quien murió en 1974, víctima del agotamiento y sin recibir tratamiento para la epilepsia ni para su trastorno mental.
Clara Germana Cele
A los 16 años, en Sudáfrica, siendo parte de la misión de San Miguel, Clara fue parte de un ritual en el cual hizo un pacto con Satanás. Después de ese episodio hablaba y entendía lenguas desconocidas, rechazaba cualquier objeto de carácter religioso y decía tener conocimiento acerca de los pensamientos e historias de las personas a su alrededor. Fueron estas razones por las que fue sometida a un exorcismo, en el cual casi estrangula a uno de los dos sacerdotes que lo practicaban; además, más de 160 personas presenciaron su cuerpo levitar. Afortunadamente dos días después del exorcismo los espíritus salieron del cuerpo de Clara.
Roland Doe
La historia de este pequeño inspiró el clásico cinematográfico, “El Exorcista”. Roland Doe o Robbie Mannheim quiso contactar con una tía fallecida por medio del juego de la Ouija. En consecuencia, empezó a escuchar voces y los objetos religiosos, como cruces y la Biblia, levitaban a su alrededor. Esto empeoró cuando aparecieron mensajes en la piel del infante escritos con una especie de garras que además dejaban marcas muy profundas. El exorcismo fue aprobado por la Iglesia y un sacerdote aplicó 30 agónicas sesiones con resultados satisfactorios.
David Berkowitz
Fue conocido como El hijo de Sam o The 44 Killer, un asesino en serie que mató a seis personas y llegó a herir a siete en el verano de 1976. Al ser identificado y enjuiciado, confesó sus delitos justificándose con el argumento de haber sido poseído por un demonio. Su condena fue de seis cadenas perpetuas, no obstante, fue modificada en 1990 al comprobar nexos con una secta satánica.
Arne Cheyenne Johnson
Tras asesinar a su casero en Connecticut, en 1981, sus defensores legales alegaron que una posesión demoniaca y una infancia traumática habían provocado el comportamiento y las acciones de su cliente. Incluso los parapsicólogos Ed y Lorraine Warren calificaron como veraz esa versión. Sin embargo, el juez no tomó la posesión como defensa y condenó a Arne a 20 años en la cárcel, de los cuales sólo cumplió seis.
Michael Taylor
Tras ser acusado por su esposa Christine de serle infiel, Taylor se puso furioso, lo cual ocasionó que abandonara su casa; sus vecinos cercanos declararon que parecía estar poseído, pues las actitudes que había tenido no eran normales. Al paso del tiempo se volvió más violento y era casi imposible que se controlara, incluso Taylor se dio cuenta y decidió buscar ayuda. Tuvo un exorcismo durante todo un día, pero el sacerdote declaró que “el demonio del asesinato” no había abandonado su cuerpo por completo. Efectivamente, pues mató brutalmente a su esposa y a su perro. Durante su juicio fue absuelto por demencia.
Julia
Julia es el seudónimo de una paciente del psiquiatra Richard E. Gallagher. El objetivo del Dr. Gallagher, al igual que el de muchos otros médicos, era demostrar que las posesiones son fraudes o trastornos mentales. No obstante, “Julia” era un caso único, pues el mismo Gallagher describió cómo levitaba sobre las mesas, hablaba en lenguas extrañas y poseía el don de la clarividencia.
George Lukins
Tras notar su intolerancia a los lugares “santos”, ataques violentos y actos que parecían demoniacos, los vecinos de George lo enviaron a un hospital. Cuando la Iglesia tuvo conocimiento de esto decidió actuar. Según varios testigos, George fue trasladado a un “templo secreto” y nadie supo más de él, de su paradero o de su estado de salud.
Anna Ecklund
Con tan sólo 14 años, Anna empezó a dar señales de una posible posesión, pues además del rechazo a objetos religiosos, practicaba obscenidades sexuales y hablaba en lenguas extrañas. Se le practicó un exorcismo en 1912, pero ese no fue el final, pues no había mejoras, poco después fue llevada a un convento donde los exorcismo casi acaban con su vida. Más adelante se supo que su padre y tía practicaban brujería.
Marta
Este es uno de los casos más controversiales y famosos, pues esta joven pertenecía a una secta satánica en la cual recibía maldiciones por parte de una compañera. Este caso fue atendido por el padre Antonio Fortea, quien se consideraba “demonólogo”. Fueron largos años hasta que Fortea liberó a Marta de su mal.
Hay muchas especulaciones respecto a estos casos, la ciencia declara que son enfermedades mentales y la Iglesia afirma la presencia de energía malignas, pero de lo que no hay duda es que este tipo de situaciones siempre generan polémica y lastiman a las víctimas. La decisión es de cada uno, ¿tú qué crees?
Sabemos que, a pesar de que nos generen miedo estos temas, no podemos dejar de mirar o leer, por eso te recomendamos 10 películas de terror que nunca deberías ver solo, así que junta a tus amigos o pareja y preparen un maratón de gritos y escalofríos.