La historia está llena de mentes criminales que perpetuaron varios delitos que, aunque pasen los años, se siguen recordando debido a lo impactantes que fueron. Tal es el caso de la niña Piedad Martínez de Murcia en España, el caso de Jeffrey Dahmer, quien usó su privilegio para evadir a la justicia por años o Mariam Soulakiotis, también conocida como La mujer Rasputin.
Mariam Soulakiotis fue una antigua abadesa de un monasterio ortodoxo de origen griego que, además de ser hermana de la caridad, fue una peligrosa asesina en serie entre 1939 y 1951. Además, cuando la atraparon la acusaron también de cometer fraude, chantaje y falsificación de testamentos, por lo que se le condenó a cadena perpetua un año después y finalmente murió en la prisión de Averoff en 1954.
Hasta ahora existe un registro exacto de su fecha de nacimiento, sin embargo, se especula que llegó al mundo entre 1883 y 1900 en Atenas, Grecia, dentro de una familia de escasos recursos.
Desde que era adolescente se convirtió en una fiel seguidora de dogmas Mateístas y por ello fundó junto a Mateo el monasterio llamado Pefkovounogiatrissis en Keratea. Se dice que gracias al poder que logró obtener en dicho lugar, Soulakiotis despojaba a las mujeres de sus bienes materiales y las sometía a horas interminables de oración, penitencia y castigos de todo tipo hasta quitarles la vida.
De acuerdo con el sitio Museo Negro, “el supuesto modus operandi de Soulakiotis era alentar a las mujeres adineradas a unirse al convento para luego forzarlas a donar su fortuna al monasterio”. En su momento, la agencia de información Reuters informó que cuando la arrestaron encontraron que ya tenía 300 propiedades en Grecia, así como también oro y muchas joyas.
Hasta ahora no se sabe a ciencia cierta cuantas personas fueron sus víctimas, sin embargo, se estima que fueron alrededor de 177 y se le acusó por 23 cargos. Cuando la atraparon, Mariam Soulakiotis negó todo y hasta dijo que las acusaciones eran “ficciones de Satanás”.
Después de que falleciera en 1954 por causas naturales, en su monasterio descubrieron varias fosas comunes con decenas de cuerpos, en su mayoría mujeres.