Esta fotografía pertenece a Bruno Dayan
El mundo de las leyendas urbanas puede llegar a ser un poco confuso, aunque esto no hace que las historias sean menos aterradoras. Europa tiene una gran cantidad de estas historias que circulan por las calles de las grandes urbes, las leyendas urbanas de Europa tienden a utilizar temas similares a los que encontramos en otras partes del mundo, pero con un toque adicional de color local.
Elisa Day
En la Europa medieval, vivía una chica llamada Elisa Day, cuya belleza, decían, era como la de las rosas silvestres que crecían río abajo, todas con un hermoso color rojo. Un día, un joven vino a la ciudad y al instante se enamoró de Elisa; salieron durante tres días. El primer día, la visitó en su casa, en el segundo, él le trajo una rosa roja y le pidió que se reuniera con él donde crecen las rosas silvestres; al tercer día, la llevó al río, donde la mató.
El horrible hombre supuestamente esperó hasta que ella le dio la espalda, luego tomó una piedra, susurrando: “Todo lo bello debe morir”, y con un rápido golpe, acabó con ella. Colocó una rosa entre sus dientes y deslizó su cuerpo en el río, algunas personas afirman haber visto a su fantasma vagando por la orilla del río, con sangre corriendo por el costado de la cabeza, con una sola rosa en la mano.
Silver Arrow
Existe una leyenda urbana sobre una plataforma en la línea de metro de Estocolmo en Kymlinge, y un tren llamado Silver Arrow; es una plataforma que ya no está en uso, y al parecer nunca lo estuvo. Se la conoce como una estación fantasma, donde solo los muertos bajan del tren.
Silver Arrow es un tren que se dice es el único que se detiene en Kymlinge, los pasajeros del tren supuestamente murieron en algún lugar del sistema de transporte Metro y la leyenda dice que, si te subes al Silver Arrow, no regresarás.
La Carta
Esta historia se desarrolla justo después de la Segunda Guerra Mundial, en un Berlín devastado por la guerra; afirma que, en las ruinas de la ciudad, todos estaban cansados y hambrientos. Una mujer joven vio a un hombre ciego que se abría paso a través de una multitud, sus lentes oscuros y su bastón lo hacían destacar; la chica se acercó y ofreció ayudarlo, el anciano le pidió que entregara una carta.
Aceptando de inmediato, la chica tomó el sobre y comenzó a caminar, pero cuando miró a su alrededor, notó que el ciego se alejaba rápidamente, sin su bastón ni sus gafas. Así decidió entregar la carta a la policía y evitó un destino espeluznante; los oficiales allanaron la dirección a donde estaba dirigida la carta y encontraron un suministro de carne humana, lista para la venta.
En la carta había un simple y sencillo mensaje: “Esta es la última que te envío hoy”.
La tumba embrujada
A finales de los años 90, un hombre sin hogar en Edimburgo buscó refugio de una tormenta en un mausoleo negro en Greyfriars Kirkyard; una vez dentro, se dio cuenta de que podría haber objetos de valor en los ataúdes de madera, y comenzó a romperlos en busca de un tesoro.
De repente, cayó a través del piso en una cámara subterránea y aterrizó en una apestosa sopa de cuerpos humanos podridos, sin darse cuenta, había descubierto un pozo donde se habían echado a las víctimas de la plaga al perturbar el ataúd del notorio rebelde Sir George Mackenzie, responsable de la muerte de más de 18,000 de sus compatriotas, algunos de los cuales yacían en ese pozo bajo su tumba.
Ahora, cuando las personas visitan el cementerio cuentan sentir inquietud, vientos fríos, sensaciones de asfixia, desmayos, quemaduras, estrías, cortes y contusiones; además, en el camposanto ha habido más de 500 casos de lesiones inexplicables.
La bestia de Gévaudan
Esta historia tiene un origen menos moderno que otras de esta lista, pero aun así actualmente se siguen escuchando historias de avistamiento de bestias de este tipo; proviene de Francia entre 1764 y 1767, y detalla una serie de ataques por parte de un lobo devorador de hombres en un área de aproximadamente de 90 por 80 kilómetros. El perro, lobo o híbrido de perro y lobo según la versión, aparentemente estuvo muy ocupado, atacando a más de 210 personas durante esos tres años.
El gobierno francés, por supuesto, ofreció una gran recompensa a quien acabara con la bestia, y finalmente fue asesinado por Jean Chastel, un cazador local que finalmente se había hartado.
Los troncos de Brasil
Esta leyenda urbana fue más común durante la década de los ochenta que en la actualidad, pero incluso en nuestros días sabemos que existen pocas formas mejores de alegrar una habitación, que con una planta de interior. Y durante algún tiempo, el tronco de Brasil fue la opción más popular para aquellos que buscaban llevar vegetación a sus hogares; una mujer supuestamente hasta recibió un regalo gratis cuando compró el suyo: después de tener la planta durante algún tiempo, la mujer notó que el tronco parecía moverse y llamó a un especialista, que le dijo que las plantas probablemente contenían miles de arañas de la selva amazónica, las cuales eventualmente crecerían hasta ser del tamaño de un puño.
La casa sangrante
La casa sangrante se encontraba en Saint Quentin, una pequeña ciudad en la región francesa de Aisne. Su historia comienza en 1986, cuando una familia se mudó a la propiedad y, después de un mes, comenzó a escuchar ruidos extraños provenientes del nivel del suelo.
Un día, la esposa fue testigo de una extraña y viscosa sustancia roja que goteaba por las paredes de la cocina, pensó que era sangre, pero su esposo descartó sus preocupaciones y dijo que probablemente solo era pintura vieja que estaba volviendo a la superficie; pero luego comenzó a suceder en otras partes de la casa, por lo que la pareja decidió llamar a la policía. La investigación llevó a una conclusión espeluznante: no era pintura en absoluto, sino sangre humana.
Se llamó a un sacerdote y se emitió un veredicto: este era el trabajo de un demonio, y la casa debía ser demolida de inmediato; cuando derribaron la casa, se descubrieron debajo del edificio los cadáveres de unos 50 soldados alemanes de la primera guerra mundial.
Los ángeles de Mons
Una leyenda urbana o cuento espiritual con un raro final feliz, “Los Ángeles de Mons” corrió desenfrenadamente en Bélgica e Inglaterra meses después de la Batalla de Mons durante la Gran Guerra.
Debido a un ataque sorpresa de las tropas alemanas, un grupo de soldados británicos se encontraron acorralados en una ciudad elevada de Ardenas; cuando la situación era más sombría, se dice que San Jorge bajo desde el cielo, junto con otros ángeles, para detener a los alemanes y darles a los ingleses una oportunidad de victoria. Los orígenes de la historia se remontan al autor de fantasía Arthur Machen, quien publicó un relato corto similar en un periódico, y fue sorprendido por los informes de veteranos que confirmaban las visiones de criaturas aladas durante la pelea.
La mascota en el microondas
Un clásico que casi todos los belgas han escuchado en algún momento, tiene a un perro como su desprevenida víctima; cuando una familia finalmente consigue un compañero peludo, los dos niños están encantados con su nueva mascota.
Pero cuando los padres son llamados para una emergencia, pues ambos son enfermeros, se ven obligados a dejar a los niños solos, indicándoles que no lleven al perro fuera de la casa; tan pronto como las fuerzas parentales se han ido, los chicos rebeldes llevan al perro al jardín donde la lluvia está cayendo con fuerza. Al volver, los dos intentan cubrir sus huellas poniendo al pobre perro en el microondas para secarlo, los resultados son un horno destruido y un perro asado.
El cerdo
Desde un distrito rural de Inglaterra viene la historia de un conductor de un auto pequeño que encuentra a la dueña de la finca más grande de la zona de improviso junto a él en su Rolls-Royce al tomar una curva cerrada, la carretera es muy estrecha y apenas caben lado a lado. Antes de que él pueda decir una palabra, ella le grita: “¡CERDO!”, y sigue conduciendo. El hombre, creyendo que la mujer lo está insultando, grita de vuelta: “vieja vaca gorda”
Luego sale de la curva, choca de frente con el cerdo más grande que jamás haya visto y muere.
El soldado griego
Esta leyenda no tan conocida nos cuenta de un soldado griego que, después de la Segunda Guerra Mundial, regresa a casa para casarse con su prometida; desafortunadamente, en el camino es capturado por compañeros griegos de creencias políticas hostiles, lo torturan durante cinco semanas y finalmente lo asesinan.
A principios de la década de 1950, principalmente en el norte y centro de Grecia, hubo historias de un soldado muy atractivo que aparecía y desaparecía de la noche a la mañana, seduciendo a hermosas viudas y jóvenes vírgenes con el único propósito de embarazarlas.
Cinco semanas después de que nacieran los bebés, el hombre se iba para siempre, dejando una carta sobre la mesa explicando que había regresado de entre los muertos solo para esparcir su semilla y que sus hijos pudieran vengar su asesinato.
La autoestopista de brazos peludos
Otra leyenda urbana que tiene como víctima a una mujer joven, “la autoestopista de brazos peludos” cuenta la historia de una mujer de unos 20 años que decide ayudar a una anciana al llevarla a casa después de encontrarla sola al salir de un cine. Mientras conduce, la mujer nota los extraordinariamente peludos brazos y muñecas de la anciana, y choca contra un autobús que hay delante de ella para crear una distracción.
La anciana salta del auto y, en el bolso que deja atrás, se puede ver un cuchillo o un hacha; aunque casi siempre se presenta como un hecho reciente, esta leyenda se cuenta desde hace mucho tiempo.
https://www.youtube.com/watch?v=e8sr54JJfpM
Estas son sólo leyendas urbanas de Europa, pero cada continente tiene su propia colección de cuentos extraños y fascinantes para aterrorizar a sus habitantes. Si quieres conocer más de estas historias puedes visitar el canal de Youtube Los 12 Más, donde encuentras desde leyendas urbanas, hasta misterios escondidos en videojuegos, e incluso todos aquellos mitos que pensaste eran reales y debes dejar de creer.
La imagen que abre es de Bruno Dayan.
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