La Universidad Nacional Autónoma de México es una institución centenaria cuya historia está ligada a todas las etapas de México después de la Conquista, pues su antecedente es la Real y Pontificia Universidad de México. Después de la Revolución, la Universidad adquirió autonomía y comenzó a tener sus propios elementos de identificación, como su escudo y su lema.
El escudo de la UNAM
Se trata de una ave con dos cabezas que por un lado representa al águila mexicana y por el otro al cóndor andino. Al centro tiene un mapa de América Latina, empezando con la frontera norte de México y rematado el Cabo de Hornos al sur. En la parte de abajo tiene una alegoría a los volcanes mexicanos y el nopal azteca.
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En la parte superior tiene la inscripción “Universidad Nacional Autónoma D México” y en la parte central, enmarcando el mapa, se lee el lema de la UNAM: “Por mi raza hablará el espíritu”.
Después de que se diera conocer el escudo, José Vasconcelos, entonces rector de la UNAM, explicó ante la Confederación Nacional de Estudiantes el significado e historia del emblema:
“Símbolo gráfico de esta eclosión del alma mexicana, fue el diseño del escudo entonces nuevo, cuya historia estoy describiendo. Consta el escudo de dos elementos inseparables: el mapa de América Española que encierra en su fondo, y el lema que le da sentido. Por encima del encuadramiento, una águila y un cóndor reemplazan el águila bifronte del viejo escudo del Imperio Español de nuestros padres. Ahora, en el escudo, el águila representa a nuestro México legendario, y el cóndor recuerda epopeya colectiva de los pueblos hermanos del continente.Figurada de esta suerte la unidad de nuestra raza, sólo faltaba pedir al Verbo una expresión que marcara la ruta de los destinos comunes. Me vino ésta, de súbito, fue la voz de un anhelo que se rehacía en la Universidad v había de retumbar por todos los confines de la lengua: es el lema un compromiso quizás demasiado ambicioso. POR MI RAZA HABLARÁ EL ESPÍRITU, es decir, deberemos ser algo que signifique en el mundo. Y en primer lugar dije raza porque la tengo, la tenemos.”
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Vasconcelos hablaba de la raza mística, la raza cósmica que él consideraba que había surgido en México y América Latina después del mestizaje. Pero también habló, en ese mismo discurso, de la falta de religión que había en la enseñanza escolar y señaló que el lema completo era “Por mi raza hablará el Espíritu Santo” pero, con las reformas protestantes, como las llamaba, no era posible mencionarlo:
“Use de la vaga palabra espíritu, que en el lema significa la presencia de Dios, cuyo nombre nos prohibe mencionar, dentro del mundo oficial, la Reforma protestante que todavía no ha sido posible desenraizar de las Constituciones del 57 y del 17. Yo se que no hay otro espíritu válido que el Espíritu Santo; pero la palabra santo es otro de los términos vedados por el léxico oficial del mexicano. En suma, por espíritu quise indicar lo que hay en el hombre de sobrenatural y es lo único valioso por encima de todo estrecho humanismo”
Quizá estas ideas ya no conjugan tanto con lo que se promueve en la Universidad pero no está de más conocer el origen que tuvieron estos dos símbolos de la identidad de los universitarios y que en su momento ayudaron a reforzar la cohesión y los valores identitarios que hacían falta a la sociedad mexicana después del caos que dejó la Revolución.
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