Protegerse siempre ha sido una de las necesidades básicas del ser humano: eso le llevó a buscar sitios que le sirvieran como refugio. Pero ¿qué y cómo eran estos lugares y por qué fueron elegidos para preservar a familias enteras?
Antes de que el ser humano conociera técnicas de construcción con el uso de diversos materiales y desarrollara avanzadas técnicas de arquitectura, tuvo que valerse de su ingenio e instinto para echar mano de lo que la naturaleza tenía para él. Fue así que ante la necesidad de cubrirse de la lluvia y soportar las grandes heladas los humanos utilizaron cavernas como refugios temporales o incluso permanentes.
¿Será que los humanos seguimos evolucionando o nos dirigimos a nuestra posible extinción?
En las cuevas no sólo podían ponerse a salvo de los depredadores, el frío y la lluvia, sino que también podían almacenar alimentos, proteger a los niños pequeños, confeccionar armas y objetos personales, y encender fogatas para entrar en calor y asar su comida. Fueron los primeros refugios que los seres humanos podían considerar como hogares.
Es un yacimiento encontrado en Oldoway (Tanzania) el que es considerado la evidencia más antigua de refugio humano: se trata de una alineación de piedras en semicírculo que ha sido interpretado como un protector contra el viento.
¿Pero por qué las cuevas? Muy sencillo: la forma natural de estos orificios en las rocas ya estaban dispuestos para ser usados tanto por asentamientos humanos numerosos como por familias pequeñas. A diferencia de los espacios abiertos las cuevas demostraron ser lugares adecuados para el almacenamiento de la carne y semillas debido a las bajas temperaturas que imperaba en algunas de ellas. También fueron recurrentes para dar sepultura a los muertos e incluso hacerles ofrendas funerarias.
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Asimismo las cuevas fueron los lugares donde los seres humanos pudieron experimentar por primera vez la posibilidad de dejar arte plasmado, como lo muestran las pinturas rupestres de diversos sitios alrededor del mundo, que muestran escenas de animales y los cazadores haciendo su labor al aire libre. Las cuevas fueron santuarios donde los lazos familiares se estrecharon, el hombre pudo hallar un lugar para sí mismo e incluso pudo desarrollar cierto grado de espiritualidad.
Sin embargo, la imaginación, la necesidad de hacer mejores refugios y el avance en el conocimiento fueron haciendo que el ser humano evolucionara en sus maneras de refugiarse y establecer comunidades. Así fueron alzando mediante el uso de palos, piedras y pieles de animales pequeñas tiendas o asentamientos en las cuevas mucho más resistentes y duraderos. El uso de herramientas mejor calificadas como los cinceles, perforadores, agujas, escaleras, redes o martillos hicieron que los seres humanos obtuvieran refugios de mejor calidad.
La teoría que afirma que los humanos se comieron a los neandertales y causaron su extinción