James Ball, un colaborador de Wikileaks en 2010 y colaborador cercano a Julian Assange, contó en un texto publicado en Buzzfeed su experiencia sobre aquellos meses en los que el mundo conoció a la organización y a su fundador por primera vez.
Ball, que salió de Wikileaks ese mismo año, narró su experiencia en aquellas semanas y meses en que, refugiados en la campiña inglesa, tomaron las decisiones más importantes para mantener vivo a Wikileaks, a pesar del ataque de todos los gobiernos y la búsqueda masiva de Julian Assange por las agencias de seguridad.
Una de las grandes preguntas de las elecciones presidenciales en EUA es sobre el hackeo y la filtración posterior de los correos de varios oficiales del Partido Demócrata y consejeros de la campaña de Hillary Clinton. Los norteamericanos culpan al gobierno ruso, que no ha desmentido ni aceptado su participación en estos actos. Pero también han acusado a Assange y a Wikileaks de querer influir en las elecciones. El jefe de campaña de Clinton ha llamado a la organización “el brazo propagandístico” de Vladimir Putin, presidente de Rusia.
El canal oficial del gobierno de Putin, RT, ha publicado las filtraciones incluso antes que Wikileaks, por lo cual se cree que hay una conexión entre ambas organizaciones para compartir información, aunque ninguna lo ha aceptado.
El ahora corresponsal político de Buzzfeed en el Reino Unido, contó que fue él personalmente quien le entregó información valiosa al gobierno ruso, derivada de los documentos que tenía Wikileaks en su poder.
Pero, según Ball, Assange no es alguien que acepte ser subordinado de alguien más, mucho menos si es mujer, según el británico. Es por eso que no cree que Assange sea un “agente” del gobierno ruso, pero sí cree conocer el porqué de su aversión por Clinton.
Cuando era secretaria de Estado, Clinton fue la principal figura política que atacó a Assange por “cometer ilegalidades” y fue la encargada de pedir que fuera extraditado para responder a las acusaciones sexuales realizadas por excompañeras de trabajo en Suecia. Ball cree que estas elecciones son “personales” y que eso ha llevado a Assange a aliarse con los rivales de la ex Primera Dama.
En las últimas semanas, Wikileaks ha publicado en su cuenta de Twitter, links y comentarios que han sido considerados antisemitas. También ha compartido teorías de la conspiración sobre la salud de Clinton.
El excolaborador de Wikileaks contó la razón principal por la cual dejó la organización. La compañía de Assange le pedía que firmara un documento de “no distribución” de información sobre la empresa. Algo que, según el autor del texto, era “irónico”, ya que Wikileaks había nacido precisamente para lograr lo contrario.
Una organización que busca dar a conocer lo que los gobiernos y los agentes de poder, no desean dar a conocer, en opinión de Ball, obligar a sus participantes a firmar contratos para mantener su silencio.
*Con información de: Buzzfeed, The Washington Post, Político.