El cuerpo de Benjamín se encontraba postrado en un colchón. A sus 95 años, le resultaba complicado levantarse de la cama. No tenía quién lo cuidara y la falta de alimentación mermaba todavía más su salud.
En su rostro demacrado descansaban algunas cucarachas que eran atraídas por el olor fétido del excremento que había a su alrededor. Al no poder incorporarse, no le quedaba otra opción que hacer sus necesidades a un lado del colchón. Su hija estaba a su cargo, pero cuando las autoridades de los Juzgados Familiares la encontraron, se percataron que tenía una deficiencia mental grave, lo que impedía que cuidara a su papá de manera adecuada.
Benjamín es parte de la lamentable estadística que azota a México al ser un país en el que el 90 % de los adultos mayores que se atienden por violencia, son víctimas de sus propios hijos.
*Foto: Static.
Hablarles mal, excluirlos de las conversaciones o humillarles en público, son algunas de las situaciones que tienen que soportar los adultos mayores por parte de la gente más joven a su alrededor y son sus familiares los que generalmente protagonizan este tipo de maltrato.
Este fenómeno de invisibilidad que padecen los adultos mayores se refleja en las escasas instituciones que toman sus casos para defenderlos. En México existen tres agencias que se dedican a su protección y, desde el 2010, año en que fueron creadas, recibieron más de 61 mil denuncias de violencia en contra de adultos mayores.
Parte de la responsabilidad, dicen los especialistas, radica en los mismos padres que desconocen que hay leyes que los amparan en contra del abandono o maltrato y, también, en que al enterarse que pueden castigar la violencia, prefieren guardar silencio antes de ver a sus hijos en la cárcel.
*Foto: El Diario de la Tercera Edad.
«El hecho de desconocer la ley no te exime de su cumplimiento», indicó Claudia Violeta Azar, fiscal de Procesos en Juzgados Familiares, quien agregó que el Código Civil contiene datos que son desconocidos para la mayoría de la población. «El que recibió alimento tiene la obligación de dárselos al que se lo dio».
El problema está cuando la sensibilidad de los padres se hace presente ante un posible castigo a sus hijos. «¿Cómo voy a meter a los hijos a la cárcel?», declara la fiscal quien alude también a que la violencia forma parte de la cultura del mexicano.
Violeta Azar sentenció que existe una gran necesidad de concientizar desde casa a los niños, sobre la importancia del papel del adulto mayor dentro de la familia y de los cuidados que debe tener, no dejándolo como una víctima, sino como un elemento más de la familia, que, al igual que los demás, merece tener una vida digna.
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