El desvío de materia prima para fabricar distintos tipos de drogas, se está agudizando principalmente con la codeína (alcaloide utilizado en sedantes y analgésicos) para hacer drogas populares entre los adolescentes y adultos jóvenes.
Los más populares con conocidos como sprite, syzzurp o la llamada “bebida púrpura” en donde se mezclan diferentes variedades de codeína para hacer un “coctel eufórico” dando una sensación más poderosa que cualquier tipo de éxtasis, por lo general se mezcla con refresco, granadina, alcohol o dulces.
De acuerdo con la Agencia de Seguridad Sanitaria Francesa, el número de casos de abuso y consumo se agravaron específicamente desde septiembre de 2015, mientras que en enero de 2017 se reportaron cinco intoxicaciones incluyendo dos muertes en un par de adolescentes. La situación se ha agravado a tal punto que el reporte se hizo público a nivel nacional con el fin de detectar la práctica y consumo de esta nueva ‘coctelería’ y prevenir a los padres de familia.
Según el Ministerio de Salud Pública francés, se ha registrado a través de Internet el desvío de distintos medicamentos con codeína para hacer la famosa bebida púrpura, problema agudizado principalmente en ciudades como París, Lyon, Marsella y Rennes.
¿Cómo surgió?
Se empezó a popularizar en Estados Unidos durante la década de los noventa y era consumida principalmente en los barrios afroamericanos donde solían organizarse fiestas o eventos de rap, incluso muchos artistas hacen alusión a la bebida púrpura en su música. Llegó a Europa gracias a redes sociales, poniéndose de moda particularmente en Francia.
Esta nueva tendencia va directamente hacia los estudiantes, alumnos o jóvenes profesionistas. ”Su mayor consumo se da en las fiestas rave donde a menudo son mezclados con alcohol o refresco divulgándose como una droga ‘alternativa’ para todos aquellos que no consumen las drogas convencionales”, explicó Agnes Cadet-Tairou, titular del Observatorio de Toxicología y Drogas.
Industria farmacéutica restringida
La industria está muy controlada por los órganos institucionales pertinentes, muchas farmacias se niegan a vender ciertos fármacos a adolescentes y jóvenes como desestresantes y relajantes hechos a base de codeína, debido a sus efectos que dan una sensación de ligereza donde el paciente incluso tiene la sensación de flotar.
Una estudiante dental de Burdeos, explicó cómo operan algunos jóvenes para conseguir los medicamentos adecuados y hacer el coctel púrpura: “Se ponen de acuerdo para que el primero vaya a la farmacia y consiga un jarabe para la tos, luego llega otro y pide un antihistamínico para combatir alergias internas, más tarde llega uno más para comprar cualquier medicamento que contenga la solicitada codeína para finalmente mezclar todos los medicamentos”, explicó. El presidente de la Unión de Sindicatos Farmacéuticos, Guilles Bonnefond, dice que las farmacias ya están prevenidas sobre el tipo de operaciones que realizan los jóvenes. “Nos basamos en los reportes de casos de personas con adicciones severas”.
El Ministerio de Salud ya reforzó los filtros para evitar conseguir medicamentos con sustancias fuertes detectadas por medio de los reportes de jóvenes adictos proporcionando a las farmacéuticas las drogas más buscadas y la prohibición absoluta de venta a menores de edad, siendo las dos soluciones propuestas por la Comisión de Estupefacientes y Psicotrópicos. Sin embargo, aún requiere legislación para ser aplicada al cien por ciento.
Efectos secundarios y riesgo de dosis
El bajo precio de los ingredientes para la mezcla de la bebida púrpura incentiva aún más a consumirlo, pero quienes lo prueban desconocen los efectos secundarios que en ocasiones pueden ser irreversibles, según el Ministerio de Salud Pública.
Entre ellos está la alteración constante del sueño profundo generando insomnios, picazón en la piel, daño en el hígado y estómago, así como molestias en la cavidad bucal. “Estos efectos que corre el riesgo de que puedan presentarse a largo plazo, debería inspirar a las autoridades a limitar a estos nuevos ‘experimentadores’ de la bebida púrpura que genera un daño irreversible para nuestros jóvenes”, advirtió el profesor Nicolás Authier jefe del Departamento de Farmacología Clínica en el Hospital de Clermot-Ferrand.
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