La Tierra está a punto de ser testigo de un evento que sólo ocurre una vez cada diez años y, aunque no es peligroso para la esfera planetaria, se trata de un fenómeno sumamente estudiado por los expertos.
El Sol es una bola de masa caliente y gigante que se encuentra en el centro del Sistema Solar, de acuerdo con la ciencia y la astronomía. La esfera de plasma está en constantes cambios por las intensas temperaturas que hay desde su núcleo hasta el espacio exterior.
La Nasa encuentra un agujero gigante en el Sol
Recientemente, algunos científicos confirmaron la aparición de un segundo agujero gigante en el centro del Sol; de hecho, éste podría tener un efecto en el planeta Tierra.
De acuerdo con los astrónomos, se trata de un ‘agujero coronal’ que es hasta treinta veces más grande que nuestro planeta, asimismo, puede enviar vientos solares fuertes por el espacio con una velocidad de hasta 1.8 millones de millas por hora.
Se trata de un suceso bastante común que surge en el plasma del Sol, de hecho, los ‘agujeros coronales’ son más comunes en los polos de la esfera solar, lo que provoca que sean mucho más difíciles de presenciar en el planeta.
“La forma de este agujero coronal no es particularmente especial, sin embargo, su ubicación lo hace muy interesante”, expresó Daniel Verscharen, profesor asociado de física espacial y climática en el University College London.
Este ‘agujero coronal’ es el segundo que los expertos han observado en los últimos años y, de acuerdo con el científico Mathew Owens, el planeta será golpeado por un fuerte viento magnético que viajará desde el sol hacia la Tierra a 800 kilómetros por segundo.
“Estar en el ecuador significa que estamos prácticamente garantizados para el un viento rápido en la Tierra un par de días después de que gire más allá del meridiano central”, afirmó Owens.
De acuerdo con los expertos, cuando sucede este fenómeno los vientos golpean la atmósfera y el cielo podría recrear un efecto de aurora mucho menos brillante de lo común.
La razón por la que es difícil observar es que tiene menos fuerza que una tormenta geomagnética que sí suele traer consecuencias graves en la Tierra.