Te encuentras haciendo tu trabajo, en un diálogo formal con una persona que como servidor público debe rendir cuentas a la ciudadanía y te interrumpe al decirte “chiquita” y de pilón, se muestra invasivo hacia tu persona al apretarte las mejillas.Esto le pasó una reportera en Guanajuato con el diputado panista y presidente de la Comisión de Seguridad en el Congreso del estado, Juan Carlos Muñoz Márquez, quien por hostigamiento ya cuenta con una denuncia ante la Procuraduría de los Derechos Humanos.Medios nacionales como Proceso y La Jornada, relatan que Carmen Pizano, del portal digital Zona Franca, interrogaba a Muñoz Márquez sobre un conflicto con otro legislador de su partido, quienes tienen diferencias sobre una iniciativa que pronto planean discutir para promoverla como ley.
La reportera lo entrevistaba sobre un pleito que no llegó a mayores con el también diputado Guillermo Aguirre, enfrentamiento que negó y aclaró, cuando se dirigió a ella con la frase “no chiquita. Así no fue, chiquita”, mientras le apretaba las mejillas.La periodista le expresó su molestia por el lenguaje y su actitud, pero el además empresario transportista insistió en su conducta y de nueva cuenta le dijo: “No sabía que no te gustaba que te chiquearan, yo a todas las chiqueo”.La respuesta del panista ocurrió al momento que abrazó a una empleada del partido, que en ese momento estaba cuando tenía lugar la entrevista. Aparte de la denuncia, el medio digital le exigió al diputado una disculpa pública.El organismo de Derechos Humanos investigará el incidente y determinará una sanción contra el legislador. En 2016, hubo 10 quejas en la entidad por agresiones contra periodistas.En Guanajuato hay otra denuncia de un periodista contra un funcionario, cuando a mediados de marzo al reportero Gilberto Navarro lo atropelló Jorge Alberto Rodríguez Rocha, funcionario de la Dirección de Desarrollo Económico del estado, luego que se publicara una nota de una pelea callejera en la que participó.No es la primera vez que a Muñoz Márquez sus declaraciones y actitudes le generan problemas, ni ha estado exento de obtener beneficios gubernamentales y hasta envuelto en un escándalo de droga que se halló en una de sus empresas.En febrero del 2015, la PGR encontró 48 kilos de heroína y 33 kilogramos de metanfetaminas en paquetes de leche almacenados en un centro de distribución de su empresa Castores.