Emily Blunt está recibiendo la ira de internet luego de que resurgiera una desafortunada entrevista en el programa “The Jonathan Ross Show” del Reino Unido, en la que narró la experiencia de filmar la película “Looper”, en Louisiana. En especial y sin ningún sentido, habló sobre una ocasión en la que fue a cenar a un restaurante Chili’s, donde fue atendida por una mujer que la reconoció. Bastante fría, Blunt se refiere a ella de manera despectiva:
“La chica que me atendió era enorme, creo que recibió comidas gratis en Chili’s”.
Aún cuando el presentador trató de aminorar el comentario diciendo que no veía nada mano con ello, Blunt no pareció inmutarse, ni notar que había algo malo en su comportamiento; y continuó narrando con visible sarcasmo que la mujer la reconoció y entusiasmada le preguntó para confirmar que se trataba de la actríz.
Emily ya se enteró de que los medios han rascado un poco en su oscuro pasado y hasta ella misma se está funando. Porque como bien reconoce, la complexión de su mesera no tenía nada qué ver con la historia, y en sí, la historia era bastante antipática: el relato de cómo una celebridad descendió a comer a un Chili’s para criticar el cuerpo de las personas que trabajaban ahí.
“Me horroriza haber dicho algo tan insensible, hiriente y sin relación con la historia que estaba tratando de contar en un programa de entrevistas”
Así se lamentó Blunt sobre su yo del pasado, sin embargo, es un poco tarde, Internet está incendiado con comentarios de desilusión y enojo, como los siguientes:
“Uf, joder, Emily Blunt, en serio, era una de mis actrices favoritas, pero resulta que es una chica mala, gordofóbica y sin gracia que piensa que es gracioso señalar el tamaño de un servidor cuando no agrega nada a la historia, es una vergüenza”
“Tócala de mi lista de amores platónicos. WTF???”, “JFC Emily, también te estábamos apoyando. Smh”, “¿Por qué la describiría [sic] así? Eso fue muy innecesario” y “es tan fácil saber cuándo la gente cree honestamente que los camareros están por debajo de ellos o son miembros inferiores de la sociedad”, fueron solo algunos de los comentarios que siguieron.
Definitivamente “El diablo viste a la moda” le dejó más que mera fama a Emily, algo de la gran Miranda Priestly vive dentro de ella.
A su favor podría decirse que las bromas del presentador la condujeron a ese oscuro callejón de la gordofobia, pero ella no pareció alejarse de ahí, al contrario. Júzguenlo ustedes mismos en este enlace.
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