La World of Faith Fellowship (WFF) es una iglesia cristiana evangélica caracterizada por controlar los sentimientos de sus seguidores a través de palabras de fe o en el miedo, además de alentar a sus seguidores a prescindir de una vida de pobreza para “glorificar” al Señor.
Además, la organización religiosa ha sido señalada más de una vez por usar su influencia y tácticas intimidatorias para atraer, principalmente, a menores de edad y obligarlos a ser adeptos de su congregación con el fin de tener mayor número de feligreses y por supuesto, ingresos económicos.
WFF ha sido objeto de demandas por las violentas y mentirosas formas de tratar a los menores para atormentarlos y someterlos bajo la premisa de la “preservación familiar” y que busca que sean adoptados por otras familias para mantenerlos en su congregación el mayor tiempo posible.
Una de las sedes de la Word of Faith Fellowship en Carolina del Norte. (Foto: WRAL.com)
Una investigación de la AP confirmó que hay jóvenes que fueron separados de sus familias por más de una década a raíz del sometimiento ideológico que hace World of Faith. Se tuvo acceso a decenas de testimonios, documentación e informes policiacos que confirma estas prácticas por parte del WFF.
En respuesta, uno de los abogados de WFF Noel Tin, rechazó la ola de demandas en contra de la congregación. «La noción de que los miembros de la iglesia separan a los menores de sus padres es una falacia absurda», dijo a la AP.
Los señalamientos van directamente a Jane Whaley, lideresa de la iglesia evangélica que además trabaja como secretaria de un juzgado del condado de Rutherford, Nueva Jersey quien al aprovecharse de su función pública, burlaba el sistema de reubicación estatal de menores por lo que de manera “legal” obtuvo la custodia de los menores de edad alegando que el cuidado de sus tutores era inapropiado.
Jane Whaley, dirigente de la secta y funcionaria pública en 1995. (Foto: NY Daily News)
En otras ocasiones Whaley mintió alegando que debía hacerse cargo de los menores de edad a través de la WFF ya que sus madres o padres cumplían condenas en prisión.
Adoctrinamiento violento
De acuerdo con los testimonios de docenas de feligreses a la AP, los niños que vivían con Whaley tenían que soportar horas de intensos sermones que supuestamente buscaba “alejar a sus demonios”, pero en que realidad les brindaba un profundo estrés y hostigamiento que incluían golpes y episodios violentos.
Otra madre a la que supuestamente se le fue arrebatado su hijo a manos de la WFF, dijo a un juez de Nueva Jersey que si al menos no podía recuperar la custodia, que le buscaran otra familia adoptiva lejos de la iglesia debido a los múltiples abusos. La secretaria del juzgado de Rutherford negó todo.
Otros testimonios aseguraron que decenas de exmiembros fueron víctimas de golpizas y de asfixias con el fin de “purificar los pecados” en cuestión, incluidos bebés. Shane Muse, exmiembro acusó que a menudo los reverendos enemistaban a los menores de sus padres para que la separación sea más fácil.
«Esta secta hace hasta lo imposible para mancillar tu nombre. Son especialistas en el uso de la palabra a su conveniencia y recriminan contra ti ante los jueces y menores de edad», dijo Muse mientras relataba su fallida batalla en los juzgados contra los líderes de la secta en 2002 cuando intentó recuperar la custodia de sus 4 hijos.
La familia Muse reunificada después de estar separada por años. (Foto: El Comercio)
Nancy Burnette, exmiembro de la secta quien recibía niños de otras familias, dijo que no sabía nada de las prácticas de la WFF. «A mí se me notificaba de una adopción temporal a través del juzgado donde trabajaba Whaley, no directamente de la WFF», dijo a la AP.
Después de un tiempo Burnette se dio cuenta de que había algo extraño que la congregación le ocultaba con respecto a los menores que recibía, ya que las supuestas aprobaciones de tutela no eran legales. «Cada menor bajo la tutela espiritual del WFF, está bajo el control de Whaley donde los aíslan y atormentan para que se olviden del mundo exterior para volverlos unos fanáticos», aseguró Burnette.
Todo sin mencionar el severo estilo de vida que los niños llevaban, desde la prohibición de la televisión, hasta la abolición del festejo de cumpleaños y de la navidad. Hoy se lleva acabo varios juicios en contra de la WFF, sin embargo las influencias de la iglesia con el sistema judicial local y el efectivo equipo de abogados que se encarga de refutar las demandas correspondientes, incluso tienen distintas congregaciones en Kenia, Brasil y toda la Unión Americana.
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