Seguramente, cuando viste la foto de Mickey Rourke y Axl Rose pensaste en tus tías…
#SorryNotSorry
Estos hombres fueron sex symbols en los ochenta y noventa, pero el tiempo no perdona a nadie. Rose envejeció y engordó, pero Rourke se negó a que eso le ocurriera y se sometió a múltiples cirugías ocasionando un terrible cambio en su persona. Hoy es irreconocible, es extraño y pareciera que su obsesión por alcanzar la perfección lo sume más y más en un abismo descontrolado de desesperación por ser visto…
Cuando se inició en el cine, era un galán cotizado, pero su talento actoral era mucho más sobresaliente, por lo que lo buscaban directores y productores para protagonizar su proyectos.
Él había practicado box en su juventud, pero lo dejó cuando comenzó a irle bien en el cine.
A pesar de todo, tuvo buenos papeles; no obstante, nadie lo veía como el gran actor que es, sino que lo hicieron a un lado ante el surgimiento de estrellas como Leonardo DiCaprio, Brad Pitt, Antonio Banderas y más.
Esto lo orilló a retomar la carrera de boxeador profesional para mantenerse. En uno de los combates sufrió dos fracturas nasales y una de pómulos. El resultado lo dejó tan deprimido que se sometió a su primera cirugía de reconstrucción.
El cirujano le deformó una de las orejas porque usó cartílago de esa zona para reconstruir su nariz. Fue entonces que se arrepintió ya que su aspecto se había modificado notoriamente.
Desafortunadamente, en el afán de modificar sus facciones y regresar a su atractivo rostro, se sometió a más cirugías.
El problema fue que notó que, a voluntad, podía adelgazar su cara, agrandar o achicar sus ojos, afilar su nariz, disminuir su frente… y le gustó.
Pero cada vez se veía peor. Lo sabía y seguía haciéndose cambios para componer el daño, aunque, como sabemos, fue imposible.
Entretanto, su carrera actoral fracasó (más), por lo que desapareció hasta 2005. En aquel año, protagonizó magistralmente El luchador, una cinta que parecía una biopic propia: un luchador retirado, cansado y harto de la vida volvía al estrellato con decenas de conflictos mentales. Rourke también.
Durante todo ese tiempo, sufrió una severa adicción a las drogas, mismas que lo hicieron caer en depresión. ¿Cómo lo solucionaba? con más y más visitas al quirófano.
Además, pareciera que su excentricidad aumentó con el tiempo. Solía ser un tipo tranquilo y sencillo, pero conforme su rostro —y cuerpo— se deformó, su estilo al vestir, las prendas y look lucían desastrosos. A la fecha luce mal, extraño y decadente.
En la actualidad, Rourke es un tipo completamente dañado. Está deforme, usa pelucas, su cuerpo luce mal y el rostro es totalmente distinto al que lo hizo famoso. Por cierto, ésta es una las fotos más recientes del actor…
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