Cualquier intervención médica que requiera quirófano es de cuidado, pero a estos médicos les ganó la pasión por la Copa Confederaciones e ingresaron a la sala de operaciones con un televisor.Lo que tendría que haber quedado como un secreto futbolero, fue grabado por el anestesiólogo, quien subió a las redes sociales el video de sus compañeros viendo y festejando los penaltis de su selección, la chilena.El problema es que en la grabación se aprecia al paciente sobre la plancha de operaciones, a los médicos que celebran el triunfo contra Portugal y uno más con un bisturí entre las manos, como informó la agencia EFE.El incidente será investigado por las autoridades del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, que dieron a conocer que el paciente era operado de una hernia inguinal. Por lo pronto, los especialistas enfrentarán un castigo administrativo.
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La prensa pidió opiniones de la comunidad médica sobre los verdaderos riesgos de interrumpir por sólo unos momentos la operación, así como que un televisor estuviera dentro del quirófano.El académico Gonzalo Campaña, de la Facultad de Medicina de la Universidad Andrés Bello, apoyó a los cirujanos y aclaró que sus acciones no pusieron en riesgo alguno al paciente.”Con este video se ha hecho una condena desproporcionada. Es muchísimo más peligroso contestar el celular en el auto que los 10 segundos que se distrajo el médico en esa operación”, enfatizó.
Gonzalo Campaña pecó de sincero, pero dio un punto sobre la operación de hernia inguinal de que “es una de las menos peligrosas que existen”, ya que es rutinaria, programada y el médico sabe a la perfección lo que se debe hacer.Respecto al gran debate sobre el televisor dentro de la habitación, el profesor de la Universidad de Chile sostuvo que el aparato no aumenta el riesgo del paciente, ya que su salud se monitorea con varios equipos.La selección de Chile derrotó en ronda de penales a su par de Portugal por el pase a la final de la Copa Confederaciones, donde el jugador estrella fue el portero Claudio Bravo al parar tres goles. Como era de esperarse, el hospital donde se realizó la cirugía se disculpó, expresó su categórico rechazo y condenó la acción de los doctores, la grabación del festejo y la difusión del video.Otras voces que se quejaron de los cirujanos fueron las políticas, como la diputada independiente Karla Rubilar, integrante de la Comisión de Salud del Congreso chileno, que calificó la situación como grave.Expuso que ingresar un televisor a un quirófano rompe el protocolo que se debe cumplir por seguridad y respeto de los pacientes en cualquier hospital o clínica privada, que resguardan la calidad de procedimientos quirúrgicos.
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