Después de décadas en que la mujer en México tiene derecho al voto, esta pequeña comunidad finalmente permitió a sus mujeres votar por vez primera… el día de ayer.
El municipio de Guevea de Humboldt está en la sierra Mixe-Zapoteca, al sur de Oaxaca. Ahí, los hombres siempre les han negado a sus mujeres el derecho a participar en elecciones populares.
Como en muchas comunidades indígenas, ellas acataban lo que dictan las reglas del Sistema Normativo Interno de Usos y Costumbres, y del Consejo de Ancianos que las rige. Una de esas reglas estipulaba que las mujeres no podían votar.
Tuvieron que esperar 63 años –hasta el martes 20 de septiembre– para hacer válida su libertad y ejercer su derecho al sufragio.
Durante el suceso histórico, 500 mujeres esperaron pacientes durante más de cinco horas para poder plasmar en el pizarrón el nombre del candidato que apoyan de los tres postulantes para gobernar durante el periodo 2017-2019.
El evento fue incluso capturado en los teléfonos celulares de las mujeres que observaban desde la explanada.
Que esto pase en 2016, habla de un retraso de 63 años con respecto al resto del país. En México, tras largos procesos políticos y movimientos sociales que pretendían defender y promover la equidad de género, finalmente el 17 de octubre de 1953 se decretó en el Diario Oficial de la Federación que las mujeres tendrían derecho a votar y ser votadas para ocupar puestos de elección popular.
Incluso en 2013, las autoridades municipales de Guevea no permitieron a las mujeres ser partícipes del proceso electoral local, pues no pudieron involucrarse en la asamblea electiva. Ante este hecho, todas se mostraron inconformes. No era para menos, pues además de ser un atentado contra el derecho al voto, también fomentaba la desigualdad de género.
Así que se les metió una idea en la cabeza: ¿Por qué no habremos de votar?
En el 2014, 11 mujeres llevaron su interrogante a tribunales y abrieron un juicio ante el Tribunal Electoral del poder de Justicia de la Federación para que las autoridades del municipio les permitieran votar y elegir al nuevo presidente municipal.
Había sido precisamente con el argumento de que la comunidad tiene el derecho a la autodeterminación y los Usos y Costumbres que no se aceptó que hubiera habido violación a los derechos de la mujer y la elección de 2013 se declaró como válida.
No obstante, después de la impugnación de las mujeres, los magistrados federales a cargo del caso definieron que el ayuntamiento había obstaculizado el derecho de impartición de justicia, lo que revocó el acuerdo de validez de dicha elección y se ordenó llevar a cabo una elección extraordinaria.
Tuvieron que esperar dos años más para que finalmente, el martes 20 de septiembre, las mujeres pudieron elegir al alcalde y regidores de salud, obras, seguridad, hacienda y educación.
La agrupación Mujeres 8 de Marzo asegura que el 18 % de los municipios regidos por el sistema de usos y costumbres en Oaxaca son cerrados o se amparan por esas costumbres para evitar la participación electoral de las mujeres.
Por eso hay muchos casos más en todo el estado de mujeres que están llegando hasta los tribunales para poder elegir el rumbo de sus localidades.
*Con Información de: Sin Embargo, Red Política, El Universal.
