Cuando la periodista afrocolombiana Ilia Calderón entró a la propiedad de Chris Barker, uno de los líderes del Ku Klux Klan (KKK) más reconocidos entre los supremacistas blancos, la amenazó con quemarla viva.
El pasado julio, la periodista de Univisión entrevistó al Mago Imperial de los “Leales Caballeros Blancos” y cuando le preguntó si la iban a correr de ahí, él dijo que no, que la iban a quemar viva. Y es que Calderón es latina, es afrocolombiana, la reunión de dos razas despreciadas absolutamente por los supremacistas blancos.
Sin embargo, la periodista le preguntó cómo lograrían hacer eso y cómo la iba a quema ahí mismo si en Estados Unidos hay alrededor de 11 millones de inmigrantes. Pero Barker persistió: «Ya matamos a seis millones de judíos la última vez. Once millones no es nada».
Calderón es la primera inmigrante negra en poner un pie en la propiedad del representante del KKK y por eso Barker le dice que primero la mandaría a Cuba, pues para él ella es una negra (en la entrevista él usa la palabra nigger, que en Estados Unidos y muchas partes del mundo se emplea para referirse a los afroamericanos de una forma discriminatoria y racista) «eso es todo».
*Foto: Twitter.
Cuando él usa la palabra nigger, su esposa le advierte que cuide lo que dice, pero después suelta una risita y él le responde que lo está haciendo. Entonces Ilia le advierte que lo que está haciendo es ofensivo, porque su color de piel no la «define», no obstante, a Chris le importa muy poco, un bledo.
A pesar de las muestras limpísimas de un racismo y de un anhelo desesperado del triunfo de la supremacía blanca, Christopher aseguró que el KKK no es un «grupo de odio», mientras que su esposa, Amanda Barker, sentenció que ellos no odian a nadie. De hecho, están hablando con ella en ese momento.
Christopher es Mago Imperial de los ‘Leales Caballeros Blancos’ y aseguró también que ellos no insultan a nadie, que únicamente dicen lo que se lee en la Biblia, donde se reza que no deberían “compartir” con ella ni con «ninguno de ustedes».
Ellos han interpretado el texto religioso de la forma que mejor les ha convenido, pues para ellos “amar al prójimo”, como reza la Biblia es amar a las personas que son iguales a ellos, es decir, sólo a los blancos.
*Foto: El Diario Hoy.
Cuando la periodista recuerda lo sucedido, dice que ya sabía que no iba a ser fácil entrar a la propiedad de un supremacista, sin embargo, nunca se imaginó que la agresión verbal «fuera a llegar a tanto».
Mientras hacía la entrevista, seis hombres vestidos con los colores y atuendos típicos del KKK sostenían el ritual que los caracteriza: Prenderle fuego a una cruz de madera.