“Desde julio de su segundo año universitario, hasta enero del año siguiente, Tsukuru Tasaki vivía casi todo el tiempo pensando sólo en morir”, así inicia Los años de peregrinación del chico sin color, novela por la que el escritor Haruki Murakami fue nominado al Nobel de literatura este 2013, texto que llega hoy a las librerías mexicanas. Este representa su decimotercer trabajo novelístico y confirma que el escritor japonés es un fenómeno literario en el mundo y en México.
La nueva historia que indaga sobre la amistad en un grupo de estudiantes, contada por un diseñador de ferrocarriles llamado Tsukuru Tasaki, llega precedida por excelentes ventas en Japón, donde en siete días vendió más de un millón de ejemplares, aunque no se comparan con los 12 millones que vendió allí de su novela más exitosa: Tokio blues. Estos números lo posicionan como el autor más vendido en su país.
En menos de tres décadas Murakami ha logrado el éxito y desde hace varios años es candidato al Premio Nobel de Literatura; ha escrito tres libros de cuentos, tres de ensayo y 13 novelas; justo éstas lo han situado entre los autores best sellers, con más lectores y fama, y con traducciones a más de 40 lenguas.
“Cuando Tsukuru Tazaki era adolescente, se sentaba durante horas en las estaciones para ver pasar los trenes. Ahora, con treinta y seis años, es un ingeniero que diseña y construye estaciones de ferrocarril y que lleva una vida tranquila, tal vez demasiado solitaria. Cuando conoce a Sara, una mujer por la que se siente atraído, empieza a plantearse cuestiones que creía definitivamente zanjadas. Entre otras, un traumático episodio de su juventud: cuando iba a la universidad, el que fue su grupo de amigos desde la adolescencia cortó bruscamente, sin dar explicaciones, toda relación con él, y la experiencia fue tan dolorosa que Tsukuru incluso acarició la idea del suicidio. Ahora, dieciséis años después, quizá logre averiguar qué sucedió exactamente. Ecos del pasado y del presente, pianistas capaces de predecir la muerte y de ver el color de las personas, manos de seis dedos, sueños perturbadores, muchachas frágiles y muertes que suscitan interrogantes componen el paisaje, pautado por las notas de Los años de peregrinación de Liszt, por el que Tsukuru viajará en busca de sentimientos largo tiempo ocultos. Decididamente, le ha llegado la hora de subirse a un tren”.