La última noticia escandalosa sobre nuestra clase política ahora tocó a la izquierda. La líder del Partido de la Revolución Democrática, Alejandra Barrales, es dueña de un departamento en Miami de ¡un millón de dólares!Se trate de una “venganza anónima” del depuesto coordinador de los senadores del PRD, Miguel Barbosa, o una investigación periodística de la cadena Univision, lo cierto es que la perredista es un mujer afortunada… en cuanto a bienes materiales se refiere.
En su declaración 3 de 3, la exaeromoza dijo tener una casa en la Ciudad de México por más de 13 millones de pesos, un automóvil marca Mercedes Benz de 533 mil 900 pesos y otro, más sencillo, de 220 mil pesos. Puede elegir irse “de puente” a un departamento en Acapulco, con valor superior a los 8 millones de pesos y de pilón, es dueña del 99 por ciento de las acciones en la empresa Albama Transportes.
Pero en todos los partidos políticos hay militantes con patrimonios envidiables. Por ejemplo, el presidente del conservador Partido Acción Nacional mantiene una vida holgada para él y su familia en el extranjero.También —bajo la sospecha de una venganza de sus compañeros de partido, sobre todo los cercanos al expresidente Felipe Calderón, por autopromocionarse en los spots del PAN con miras a competir en el 2018—, a Ricardo Anaya le ventilaron sus gastos en Atlanta, Estados Unidos.
El panista viaja cada fin de semana a esa ciudad para ver a su esposa e hijos, a quienes paga colegiaturas —por los tres— de 48 mil 300 dólares al año; la renta de una casa en 3 mil 500 dólares al mes y boletos de avión entre 5 mil y 20 mil pesos por viaje.El sueldo de Ricardo Anaya como líder nacional de los albiazules es de 48 mil pesos y el de su esposa dijo que era de 50 mil pesos, vía honorarios. Los ingresos extras provienen de la renta de locales en Querétaro, por 300 mil pesos al mes.
Otra propiedad más que siempre será recordada es la Casa Blanca. A pesar de que en julio pasado el presidente Enrique Peña Nieto se disculpó con todos los mexicanos por el agravio ocasionado, que lastimó su imagen, a su familia y la confianza del país, la compra de la mansión de 86 millones de pesos lo perseguirá por siempre.En el segundo semestre del 2014, una investigación detalló que la esposa del presidente, la actriz Angélica Rivera, adquirió en las Lomas de Chapultepec una residencia a Grupo Higa.
El consorcio resultó ganador de la licitación de un mega proyecto de transporte que encumbraría la administración del priista: el tren de alta velocidad México-Querétaro, que terminó cancelándose.Grupo Higa es propietario de la Constructora Teya, encargada de edificar obras millonarias en el Estado de México, cuando Peña Nieto era su gobernador. Por si fuera poco, el actual canciller, Luis Videgaray, también compró una casa de descanso a este consorcio, la de Malinalco, a crédito y un precio preferente de medio millón de dólares.Un tanto cercano al gobierno, pero sólo en aspiraciones, es el caso del candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador. El líder del partido Morena dio la sorpresa al presentar su declaración patrimonial por la Ley 3 de 3, donde aseguró que ya no tenía nada.Resultó que el apodado “Peje” no posee tarjetas de crédito, ni el Tsuru blanco que conducía “Nico” cuando era jefe de Gobierno de la Ciudad de México, ni el departamento en Copilco y mucho menos la famosa finca “La Chingada”. Lo único que le queda a AMLO es su salario de 50 mil pesos mensuales por presidir a los morenistas.
Motivo de muchas burlas, cartones, memes y desde luego, reclamos del resto de la comunidad política, fue que todas sus propiedades antes enlistadas las heredó a sus hijos. Por si fuera poco, quien mantiene la casa de López Obrador es su esposa, la periodista y escritora Beatriz Gutiérrez Müller, con un ingreso anual superior a los 500 mil pesos.
Otro que puede presumir que no vive de la política es el líder nacional del Partido Revolucionario Institucional, Enrique Ochoa Reza, quien por su herencia empresarial tiene una visión de negocios envidiable: es dueño de una flotilla de 50 taxis, con todo y placas.
En su bienes figuran un departamento de 9 millones de pesos en La Paz, Baja California; un terreno en Michoacán de 3 millones de pesos, una casa en la Ciudad de México de 6 millones 900 mil pesos y 300 mil pesos repartidos en 11 obras de arte.La lista de mencionados no acaba. Hay más propiedades que destacar, como la residencia de 60 millones de pesos en el lujoso fraccionamiento The Woodlands Creekside Park, en Houston, del exgobernador prófugo Javier Duarte. También le hallaron algunas casas en zonas sencillas de Miami, que valdrían unos 3.2 millones de dólares en conjunto.
Su sucesor en el cargo, el veracruzano Miguel Ángel Yunes invirtió 232 mil dólares en un condominio del edificio The Mark on Brickell, en la zona de Brickell Bay, Miami. En la Ciudad de México posee una casa en el Pedregal de 960 metros cuadrados, otra más en Alvarado, Veracruz y otra propiedad, de 450 metros cuadrados en Coatepec, Morelos.Regresemos a los priistas, porque el exgobernador del Estado de México, Arturo Montiel, eligió un exclusivo barrio francés para invertir un millón 300 mil euros en un departamento en París de 210 metros cuadrados, una zona donde se ubican embajadas.
Otra más que se corona como “reina de los inmuebles” es la exlideresa del Sindicato de Maestros, Elba Esther Gordillo, a quien le calculan es dueña de 60 propiedades.Destacan el departamento de 710 metros cuadrados en el Club de Golf Bosques de Santa Fe, con valor superior a los 50 millones de pesos y otro más en el poniente de la ciudad, un penthouse en Polanco.
En Bosques de Las Lomas tiene otras tres casas, una más en Polanco en la calle de Carlos Dickens, otra en Bosques de Virreyes y dos pisos dentro de un edificio en Paseo de la Reforma. Por ahora, no contaremos las propiedades que también tiene en Estados Unidos.
¿Qué otros nombres de políticos afortunados recuerdas?
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