Una de las promesas que Donald Trump enarboló durante su campaña para ganar las elecciones presidenciales de los Estados Unidos podría convertirse en realidad. La construcción de un muro en la frontera con México que además, será financiado por los mexicanos, tiene una posibilidad de convertirse en realidad y de frenar el flujo de migrantes indocumentados, además éste podría ayudar al medio ambiente.
A principios del mes de junio, tras varios intentos fallidos por tratar de justificar el dinero con el cual el gobierno de los Estados Unidos podría financiar la monumental obra, el presidente Donald Trump tuvo una reunión en la Casa Blanca, en la cual lanzó la propuesta de poner “hermosas estructuras” de entre 12 y 15 metros de altura que, además de dividir la frontera, generarían energía eléctrica limpia y sustentable. ¿De qué forma? Fácil: esas estructuras serán en realidad paneles solares.
En realidad todos los datos que hasta ahora se conocen son meras especulaciones; no existen datos reales de costos ni el diseño. La idea de hacerlo con paneles solares también quedó en el aire, pues no se sabe realmente cuánta electricidad podrían producir ni a qué precio podría venderse, pero existe un mercado al cual podrían ofrecerlo y se encuentra justo del lado mexicano.
La división fronteriza entre México y los Estados Unidos mide más de 3 mil kilómetros, sin embargo Trump ha dicho en diferentes ocasiones que el muro que pretende construir sólo cubrirá mil 600 kilómetros, ya que el resto cuenta con obstáculos naturales que impiden el cruce de migrantes.
Poner paneles solares a lo largo de mil 600 kilómetros y después vender la energía eléctrica que se produzca no será una labor tan sencilla como podría aparentar. En un rango de 60 kilómetros alejado de la frontera, sólo vive menos del dos por ciento del total de la población estadounidense. Hacerles llegar energía limpia desde el muro implicaría gastar en líneas de transmisión que harían del muro una obra muy difícil de financiar.
Definitivamente el mercado para esa energía solar no estaría en los Estados Unidos. ¿Qué pasa si volteamos hacia el lado mexicano? Ahí la situación es muy distinta.
La empresa paraestatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) podría ser un muy buen cliente para la venta de energía eléctrica que se produzca desde la frontera, con la cual podría cubrir la demanda de las comunidades establecidas a escasos metros de la división fronteriza.
Jigar Shah, fundador y ex director ejecutivo de la empresa especializada en energía solar SunEdison, explicó en su blog que “si la energía fuera vendida al pueblo mexicano, entonces el presidente Trump podría cumplir su promesa de que el pueblo mexicano pague por el muro”.
En entrevista para el Washington Post, Shah explicó que si Trump consiguiera que CFE firmara un contrato por 20 años para comprar la energía a 6 centavos el kilovatio, el dinero vendría del gobierno mexicano.
Ese sería quizá un obstáculo para las aspiraciones del magnate de Nueva York, ya que una cuestión de “orgullo” impediría que la paraestatal mexicana firmara ese contrato. Sin embargo, la idea podría ser retomada para que sea México quien entonces construya una gran barrera de paneles solares, con dinero que podría venir de empresas transnacionales, para poder aprovechar la energía limpia que produce el sol.
Existe otro obstáculo para esta iniciativa y se trata del diseño del muro; según un análisis del Financial Times, poner paneles solares de forma vertical podría provocar una pérdida de hasta el 50 por ciento de eficiencia. También se debe tomar en cuenta que esos artefactos suelen degradarse con el tiempo y su eficiencia sería aún más baja porque necesariamente se tendrán que utilizar ladrillos y pintura en aerosol para garantizar la seguridad del muro.
Todos estos factores provocarían que los paneles solares funcionaran con una eficiencia aproximada del ocho por ciento, cuando normalmente operan al 20 por ciento de su capacidad.
Aun con ese asterisco, no deja de ser una idea que podría ser rentable y cumplir con el capricho de Trump, además llevándose el reconocimiento por ser una idea de negocio ecológica, uno de los muchos puntos débiles del presidente estadounidense.
*
Podría interesarte:
¿Qué tan largo será muro de Trump?
Trabajar en el muro de Trump es traicionar a la patria, afirma la Iglesia Católica
Mexicanos rechazan el muro de Trump mientras hay una cacería de migrantes al sur del país