”Poesía hay mucha y muy buena, en toda América Latina”
Arturo Wallace
Nicaragua es considerada por muchos literarios como la Meca de la poesía, ahí se festeja una de las celebraciones más importantes del mundo: el Festival Internacional de Poesía en Granada. Patria de referentes de la dialéctica poética universal como Ruben Darío, Ernesto Cardenal o Pablo Antonio Cuadra; el país centroamericano es para todos los nicaragüenses el país con mayor producción poética per cápita.
En Latinoamérica existe una enorme tradición por la poesía. Países como México, Perú, y Colombia poseen una gran tradición literaria aunque sólo Chile puede presumir dos premios Nobel adquiridos por la calidad de sus versos.
”La poesía de Rubén Darío representa las costumbres y tradiciones nicaragüenses mejor que nada”, dijo el poeta Francisco de Asís Fernández. Dicha representación literaria explaya en plenitud el carácter de todo un país. A lo largo de la historia de Nicaragua, la poesía ha regido el carácter social y político que ha forjado la actualidad del país centroamericano.
Para los nicaragüenses, el legado de Darío dignificó la literatura centroamericana alentando la práctica poética a niveles que difícilmente se pueden igualar en el resto del continente. En el Panteón de los Héroes y Mártires de la Revolución Popular Sandinista (algo así como la rotonda de los personajes ilustres en México) está lleno de los restos de poetas que alentaron a la lucha contra la represión como Ricardo Morales Avilés o Leonel Rugama quienes dieron un sentido de patriotismo a la Nación Nicaragüense.
La Revolución Sandinista fue una lucha armada contra la dictadura de Anastasio Somoza y liderada por Augusto César Sandino, apoyado por los sectores sociales más influyentes como el de los poetas revolucionarios quienes pretendían implementar un gobierno democrático-izquierdista y progresista.
Ernesto Cardenal es el poeta vivo más reconocido de la revolución sandinista que representa los valores y la esencia política del movimiento que duró poco más de 20 años. Sacerdote, teólogo y traductor; Cardenal de 92 años siempre ha peleado en los lugares más altos por el premio Nobel de Literatura, pero sigue sin conseguirlo.
Ejerció cargos públicos como el primer ministro de cultura del gobierno sandinista, donde implementó en el sistema educativo un taller popular de poesía, por lo que dicha rama literaria está impregnada en la esencia cultural de ese país.
Toda corriente ideológica, social y política en Nicaragua emana del movimiento poético. Si se pretende ser alguien o hacer algo importante como en México lo hace un Licenciado o Ingeniero, en Nicaragua las personas que buscan el reconocimiento generalizado, tienen el título de poeta.
Marta Leonor González, poetisa y exdirectora del extinto colectivo cultural La Prensa Literaria describe que ”La poesía se veía como una forma de lucha en este país”. Incluso para la oposición política del sandinismo como el que representaba Pablo Antonio Cuadra, la poesía era el único medio para lograr una alternancia política o una corriente ideológica consolidada.
”Hemos logrado convertirnos en el único país del mundo donde obreros, indígenas, campesinos, soldados, policías, clase media y clase alta se unan a través de la poesía”, dijo Cardenal haciendo referencia al festival internacional de poesía de Granada.
Los nicaragüenses creen que el festival da un enorme respeto a la poesía y la poesía tiene un gran respeto por la gente que la práctica. Lo que explica que el alma de Nicaragua, radica sustancialmente en su tradición poética.
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