Tener activado en tu celular el respaldo de datos en la nube de almacenamiento, ya sea de imágenes, agenda de contactos o hasta preferencias en las aplicaciones, abre la puerta a que roben tu información.Es la teoría de que todo lo digital -aunque se borre-, siempre tendrá vida y hasta podría hacerse público, como plantea el cómic semiespañol “The private eye”, que está por cumplir tres años y quiere poner en alerta a los ciudadanos.Es seguro que esta idea no te resulte paranoica ni tampoco desconocida, ya que expertos en informática como Julian Assange o Edward Snowden han respaldado esta posibilidad y desmentido que internet es sinónimo de libertad.El cómic cuenta con varios premios para sus autores Brian Vaughan, Marcos Martín y Muntsa Vicente, que se adelantó al respaldo de datos, lucrar con su venta, cobrárselo como un servicio extra a los usuarios y por qué no, abrir una ventana hacia la privacidad.Según WikiLeaks y su fundador, el australiano Julian Assange, las autoridades como la CIA o el servicio de Inteligencia británico MI5, te espían a través de tu televisor, sin importar que esté apagada.De acuerdo al portal de Assange, más de 5 mil personas trabajan en la CIA espiando a la gente para planear sus ataques y misiones de vigilancia contra cualquiera en todo el mundo.Los ciberactivistas explicaron en los documentos que filtraron, más de 8 mil, que los Smart TV graban audios de la intimidad de tu casa, como ocurre con los televisores de la empresa surcoreana Samsung.
La organización que lidera Assange reveló que este tipo de espionaje opera bajo el nombre de “Ángel que llora” (‘Weeping Angel’), que pone al televisor en un falso apagado y en lugar de estar en reposo, se encuentra grabando tus conversaciones y las envía a un servidor de la CIA.La Agencia Central de Inteligencia -la CIA-, no confirmó ni desmintió la veracidad de lo publicado por WikiLeaks.Según otro experto en seguridad electrónica, Edward Snowden, nos protegeríamos de la invasión a nuestra privacidad si nunca abriéramos un navegador web, dejáramos de hacer clic en muchos enlaces y evitar emplear el correo electrónico.Sí, es una medida utópica y poco realista para cómo funciona el mundo moderno, donde todo está digitalizado, un sacrificio que muy pocos podrían cumplir por razones de trabajo o debido a que son adictos al internet.*