El patrimonio cultural, espiritual y ambiental de Real de Catorce, uno de los pueblos mágicos en San Luis Potosí, se encuentra en peligro por culpa de la contaminación, el exceso de turistas irresponsables quienes afectan el paisaje silente y la falta de políticas públicas para resolver el destino de toneladas de basura que arrojan extraños a los afluentes en la sierra potosina.
Petra Puente Córdova, directora de la Fundación Real de Catorce, dijo en entrevista para Cultura Colectiva Noticias que el pueblo está a tiempo de ser salvado antes de llegar a un punto irreversible.
«Son tres puntos álgidos que están poniendo en peligro a Real de Catorce. La falta de organización para el manejo de deshechos, la acumulación de aguas negras y basura. Catorce necesita un saneamiento ambiental integral ¡ya! El segundo problema es que somos un pueblo pequeño, vivimos mil 700 personas aquí, entonces es un pueblito caminable donde no debe haber coches, la movilidad y acceso a Catorce es un verdadero problema, y finalmente la falta de reglamentación y normatividad aplicable a las construcciones nuevas: tenemos un poquito de proliferación de construcciones de bloque de cemento cuando la arquitectura de Catorce es de piedra».
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El crecimiento acelerado y el turismo atrajo a seres que no les interesa respetar el patrimonio de Real de Catorce, pueblo donde se venera a la naturaleza, se recorre a pie sus misteriosas calles y los invitados duermen en sus antiguas casas empedradas, no en hoteles lujosos que destruyen el panorama gris de su árida tierra.
La mayoría de la economía de Catorce se basa en el turismo y el comercio, pero existe una irresponsabilidad de los turistas, peregrinos y extranjeros, quienes no respetan el patrimonio de la zona.
«En las fiestas de octubre tuvimos una entrada de 10 mil peregrinos diarios, cuando apenas somos un pueblo de mil 700 personas, entonces imagínate la cantidad de basura que se genera. Actualmente no tenemos una temporada baja, se magnificó el problema. Queremos implementar acciones para evitar la generación de residuos, y queremos que la gente coopere, donde todos participemos para hacer algo».
Puente Córdova busca junto a otras personalidades realizar un llamado a las dependencias federales como el Instituto Nacional de Antropología e Historia, las Secretarías de Turismo, Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), y finalmente de Comunicaciones y Transportes (SCT) para crear un plan a 20 años que consolide a ese pueblo mágico como patrimonio histórico y espiritual de México.
En el aspecto espiritual, Catorce es uno de los centros sagrados más importantes del país; una de las principales peregrinaciones se concentra en el territorio wirrática donde indígenas huicholes viajan desde Jalisco a San Luis Potosí para rendir tributo a la naturaleza en una ceremonia que culmina en el cerro de El Quemado, allí sólo los marakames (chamanes) tienen el secreto para rezar y reproducir la planta sagrada del peyote. Por otro lado, personas católicas peregrinan para adorar a San Francisco de Asís.
Estos dos encuentros son de suma importancia para el turismo local, pero Catorce no tiene la infraestructura para recibir a tantas personas en tan poco espacio.
«Como pobladores de Catorce reconocemos el potencia turístico, nuestra parte espiritual y arquitectónica, pero necesitamos de ayuda y congruencia para coordinar a tantas personas, así llevar a Catorce por paso firme como los pueblos más importantes de México».
Actualmente, los indígenas huicholes denunciaron en varias ocasiones que existen falsos “chamanes” que intentan lucrar con su cultura para obtener ganancias a cambio de realizar rituales apócrifos a sus creencias.
«Como pobladores sí observamos a gente de cabello rubio y ojos azules vestidos de huicholes, pero los chamanes huicholes dicen que sí tenemos derecho a conocer su cultura, pero no hay que invadir esa parte sagrada con el peyote, que no es para jugar ni experimentar. Ellos se ven invadidos en el hambre de otras personas por el conocimiento espiritual».
Anualmente ese pequeño pueblo recibe a más de un millón de habitantes, de entre ellos turistas nacionales procedentes del norte y la Ciudad de México, mientras que los europeos son los mayores visitantes de la sierra potosina.
«El domingo que salí de mi pueblo, observé que la gente tardaba cuatro horas para entrar. Había una fila de coches desde los pueblos vecinos, no es que sea tan grande el problema, pero las autoridades deben de implementar acciones para reducir y trasladar a los turistas. Son cosas que se pueden resolver a tiempo, estamos en un momento muy maravilloso de resolverlo para pedir apoyo al gobierno federal y estatal para implementar acciones donde los visitantes puedan ingresar de manera ecológica y puedan regresar con mucho gusto».
Ante estas problemáticas, la Fundación Real de Catorce junto a otras organizaciones presentarán este miércoles en conferencia de prensa una lista de acciones para proteger a uno de los pueblos mágicos más importantes del país.
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