Poco se pueden apreciar los avances que presume el presidente Enrique Peña Nieto de su gobierno cuando los temas más básicos que afectan directamente a la ciudadanía no sólo no han mejorado, sino que se han agravado.
A pesar de que hemos sido bombardeados a través de todos los medios y desde todos los ángulos posibles con frases y spots publicitarios como: “lo bueno casi no se cuenta, pero cuenta mucho”, la realidad a la que se enfrenta día a día la ciudadanía mexicana no miente y, finalmente, es lo que la gente reconoce y asimila como su realidad.
Dejar de salir por las noches por miedo a ser asaltado, dejar de usar reloj, joyería o ropa de marca por miedo a ser secuestrado, cambiar hábitos como rutas de traslado al trabajo o mantenerse renuente a abordar el transporte público porque la inseguridad que invade al país tiene a la ciudadanía aterrorizada, son los hechos que la gente reconoce y recordará de este sexenio priista.
En homicidios dolosos, a nivel nacional, en enero se registraron mil 441 casos y en agosto fueron mil 938; las extorsiones fueron 369 casos en enero y para agosto fueron 486, mientras que los robos de autos con y sin violencia sumaron en enero 12, 711 y para agosto la cifra ascendió a 13, 490 casos.
El Programa de Servicios de Inteligencia para la Seguridad Nacional tiene una reducción presupuestal de 16.5 %, ya que se prevé la asignación de 2 mil 823.4 millones de pesos, lo que representa 49.8 millones de pesos menos en relación con lo presupuestado para este año.
El Programa Plataforma México, mismo que habilita el acceso al Sistema Nacional de Seguridad Pública, tiene una disminución de 66.1 % con relación al 2016, ya que para el siguiente año se consideran sólo 386.6 millones de los 716.2 millones de pesos que se ejercen en el presente año.
El proyecto de presupuesto contempla una reducción de los recursos para la Procuraduría General de la República en rubros destinados para la investigación de delitos contra la libertad de expresión, en el orden de 29%; contra la delincuencia organizada, por 10 %; para la fiscalía para personas desaparecidas, 7 %, y 5 % contra la trata de personas.
Además, la disminución presupuestal en programas de seguridad pública en materia de derechos humanos en 70 % y 30 % para promover la atención y la prevención de la violencia contra las mujeres.
Al parecer, el presidente Peña Nieto no entiende qué significa “apretarse el cinturón” de forma pareja, pues a pesar de los recortes en materia de seguridad, Enrique Peña Nieto, ha aprovechado la XXV Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno que se celebra en Cartagena desde este viernes 28 de octubre para realizar su primera visita de Estado a Colombia y contribuir con un millón de dólares al proceso de paz con la guerrilla de las FARC.
Esta no es la primera vez que las acciones de Peña no concuerdan con sus promesas y donde claramente busca quedar bien en materia de política interior mientras el país que él maneja se cae a pedazos.
*Con información de El País y El Economista.