Para muchos, el filósofo, académico y estudioso de la política y relaciones internacionales estadounidense, Noam Chomsky (1928), es un visionario: un sabio contemporáneo. Sus rezos han alcanzado a personas alrededor de todo el mundo, que muchas veces ignoran la esencia del conflicto, la raíz genuina del problema.
Para muchos internacionalistas, él es una eminencia. Esa categoría cuasi divina ha logrado que su palabra sea tomada como referencia en muchos de los temas más importantes de la agenda global. Cuando Donald Trump triunfó en su tierra natal, el pensador afirmó que significaba una nueva fuente de energía para los neonazis alrededor del mundo, además de sentenciar que a diferencia el “megalómano ignorante” y republicano, Adolfo Hitler había sido sincero.
Ahora también habló sobre el partido político al que representa el nuevo mandatario. Durante una entrevista para la BBC, el reportero Evan Davis lo interroga respecto a sus declaraciones pasadas, cuando afirmó que el Partido Republicano era “la organización más peligrosa del mundo”, Chomsky lo confirmó, además de añadir que también era la más perjudicial “en la historia de la humanidad”.
Cuando Davis le dice que “los está clasificando” peor, incluso, que aKim Jong-un (el líder máximo de Corea del Norte, quien prepara su armamento nuclear para enfrentar, precisamente, a EUA) o que la agrupación terrorista ISIS, Chomsky tiene una pregunta: “¿Acaso ISIS está dedicándose a intentar destruir las posibilidades de organización de la existencia humana”.
Davis hizo referencia a las declaraciones que el lingüista emitió a finales del mes pasado, cuando afirmó que mientras todo el mundo estaba de un lado, “al menos intentando hacer algo, aunque quizá no lo suficiente”, en el otro lado, “en un aislamiento espléndido”, se encuentraba la nación dirigida por “la organización más peligrosa”.
Y claro que es mala, pues hay que analizar el verdadero significado de declarar que no harán nada para combatir al cambio climático, postura que han tomado los republicanos como bandera ambiental (empezando porque ya erradicaron las políticas que había implementado Barack Obama para reducir y controlar las emisiones de carbono a la atmósfera). Al contrario, ellos dicen: “Estamos intentando acelerar el incremento de emisiones”, dijo el filósofo.
Y aunque verdaderamente el Partido Republicano esté genuinamente convencido de lo que afirman, aunque sea su verdadera creencia, eso no le importa a Chomsky: “No importa si verdaderamente lo creen o no” si al final la consecuencia es que usen más combustibles fósiles, que se rehúsen a subsidiar a naciones en desarrollo, “entonces eso es extremadamente peligroso”.
Abiertamente, rechaza las estrategias de relaciones exteriores implementadas por Estados Unidos y su modelo capitalista, además de considerar que los partidarios son en su mayoría blancos de clase media-baja, de la clase trabajadora y con la menor educación, “gente que ha sido dejada de lado durante los años del neoliberalismo”.
En el caso específico del nuevo mandatario, durante una entrevista que Chomksy dio para la televisión árabe Al Jazeera a finales del año pasado, consideró que los neonazis se estaban empoderando no sólo en Estados Unidos, sino en todo el mundo: la reacción europea, por ejemplo, animó y dio coraje a todos los “ultraderechistas y ultranacionalistas”.
El lingüista está consciente de que su declaración fue controversial e indignante, sin embargo, eso no le quita su estatus de verdad. Sigue firme con su creencia.
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