Los grandes descubrimientos suelen ocurrir gracias a las casualidades y la rama de la arqueología no es la excepción. El 23 de mayo un grupo de obreros se encontraba trabajando en la obra que dará origen a la línea C del metro de Roma, en Italia, cuando sus palas y la maquinaria revelaron algo inesperado.
Los trabajadores encontraron durante su excavación las ruinas de lo que, según expertos, fue un edificio del siglo III y restos óseos de un perro que murió el mismo día en el que la construcción antigua colapsó. Lo más relevante es que los hallazgos arqueológicos presentan señales de haber sido consumidos por un intenso fuego. Los investigadores esperaron hasta el lunes 26 de junio para dar a conocer este descubrimiento con bases más sólidas.
“Fue una escena parecida a lo que pasó con Pompeya”, explicó en un comunicado el Ministerio de Cultura de Italia. La ciudad de Pompeya fue destruida por los efectos de la erupción del volcán Vesubio en el año 79; los arqueólogos encontraron restos humanos y una ciudad cubierta de cenizas que hasta la fecha es parte del atractivo turístico italiano.
En el caso del hallazgo en las obras del metro de Roma se trata de una vivienda de algún aristócrata, la cual se encontraba al pie de la Colina Celiana, aunque esto no se sabe con exactitud, ya que otra teoría señala que puede ser un cuartel militar que fue descubierto tiempo atrás en otra excavación para ampliar el sistema de transporte subterráneo.
“El fuego paralizó toda la vida en este ambiente”, explicó en conferencia de prensa Francesco Prosperetti, investigador a cargo de los descubrimientos arqueológicos de Roma. “Esto nos permite imaginar cómo era la vida en un momento preciso”.
En la excavación, los arqueólogos descubrieron la pata de lo que pudo ser una mesa o un banco, una mesa pequeña, otra más grande, un pasamanos de madera, fragmentos de paredes y partes del mosaico blanco y negro que cubría el piso de la construcción.
“Para estos momentos, el descubrimiento de un techo de madera calcinado representa un evento singular en la historia de Roma”, se lee en el comunicado emitido por el Ministerio de Cultura.
Los arqueólogos explicaron que el fuego que devoró el edificio provocó que los objetos se endurecieran, lo cual ayudó a su conservación para que pudieran ser hallados en este 2017.
Esta no es la primera vez que en Roma se hacen este tipo de hallazgos “por casualidad” en obras de la era actual; de hecho el sistema de trenes subterráneos de esa ciudad italiana es muy pequeño porque cualquier excavación profunda termina por revelar los rastros de las civilizaciones que se desarrollaron en ese territorio.
*
Podría interesarte:
Los famosos “amantes de Pompeya” eran dos hombres abrazados
Cosas que hoy te parecen asquerosas pero eran normales en la Antigua Roma
Arqueólogos desentierran otra civilización milenaria en Oaxaca