A mediados de la semana pasada se reportó la desaparición de Ayesha Mohammed Nurulla, niña de 10 años edad en el estado indio de Karnataka, al sur del país. El viernes, los vecinos del pueblo de Bengalore hallaron su cuerpo dentro de un costal, en las cercanías de una mezquita y hoy, la policía estatal confirmó que su muerte fue un “sacrificio humano” hecho por sus propios familiares para intentar sanar a un tío enfermo.
De acuerdo a los medios locales, hasta el momento cuatro personas han sido arrestadas: Mohammad Wasil, su hermana Rashidunisa, Naseema Taj, la “bruja” que ordenó el sacrificio y un menor de edad que participó en el asesinato. De acuerdo a sus declaraciones, los hermanos solicitaron los servicios de Naseema para curar a su hermano mayor, Mohammed Rafiq, quien en febrero sufrió un derrame cerebral que lo dejó paralítico.
Los hermanos del enfermo, al no ver resultados del tratamiento médico, se acercaron con la “curandera”, quien solicitó el sacrificio como única opción curativa y para deshacer la “magia negra” al que el enfermo estaba siendo sometido. Les advirtió que si no sacrificaban a una niña de 10 años de edad en un lapso no mayor a 45 años, su familiar moriría.
Wasil comenzó a buscar a la niña con las características precisadas y se dio cuenta de que su sobrina y vecina era la indicada. En los días siguientes, la secuestraron y se la llevaron a una propiedad más alejada para iniciar los rituales, que terminaron con el estrangulamiento de la menor con el listón que usaba para amarrar su cabello.
Después, Naseema ordenó empacar el cuerpo en un costal de yute y desecharlo en las cercanías de una mezquita. Cuando hallaron el cuerpo de Ayesha, los vecinos también encontraron “materiales” que la policía considera fueron usados en los rituales de brujería.
Los testimonios confirman que Wasil estuvo involucrado en el proceso de búsqueda de la menor de edad e incluso ayudó a los padres a solicitar información y levantar la denuncia. Cuando los vecinos se enteraron de la desaparición y de los probables responsables, fueron hasta la casa de los hermanos para exigir respuestas.
Los medios locales revelan que Bengaluru, capital de Karnataka, es descrita como un “hervidero” de brujos que llevan a cabo rituales de magia negra y los clientes les llegan a pagar hasta mil 500 dólares pos los servicios que ofrecen.
En entrevista con la BBC, la policía encargada del caso explicó que hay más personas que podrían ser cómplices del crimen, por lo que están investigado desde “todos los ángulos” para que no se descarte ningún nuevo arresto.
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